Ni Miley, ni Beyoncé, ni Lena Dunham. Las proclamas feministas en los últimos años han calado como nunca en la cultura mainstream, pero parece que muchos se olvidan de cómo hace quince años hubo una canadiense que, bajo el nombre de Peaches, fue una de las pioneras en valerse de los discursos hipersexualizados y las performances chocantes para resquebrajar muchos tópicos alrededor de la identidad y los roles sexuales. En estos seis años de silencio discográfico que separan su último ‘I Feel Cream‘ de este ‘Rub’ que nos ocupa, esta agitadora cultural ha estado de lo más ocupada representando sobre las tablas su propia versión del ‘Jesucristo Superstar’ (rebautizada para la ocasión como ‘Peaches Christ Superstar’) y una ópera electro-rock que llevaba por título ‘Peaches Does Herself’. De modo que aunque para la mayoría hayan pasado algo desapercibidos sus últimos pasos, Peaches, como buena artista hiperactiva que en realidad es, más que huir de los focos estaba contemplando desde la barrera con orgullo cómo muchas otras han tomado su testigo y han conseguido instalar su mensaje dentro de esa cultura popular que siempre se le ha resistido por su políticamente incorrecta actitud.
Por mucho que fuera una de los principales estandartes de aquel electroclash que tantas alegrías dio a muchos en los años posteriores al efecto 2000, en ‘Rub’ encontramos poco de aquello (‘Pickles’ sería de las pocas que podrían haber formado parte de su primigenio discurso musical, del mismo modo que esa ‘Sick In The Head’ de la que Suicide deberían sentirse orgullosos). Siguiendo la estela más madura de ‘I Feel Cream’, en su último trabajo hay una ausencia significativa de las guitarras y una premeditada devoción por los sonidos más urban: desde los recodos trap de la divertida ‘Dick In The Air’, a ese spoken word de talante hip-hopero llamado ‘Free Drink Ticket’.
Lo más parecido a un hit estrictamente pop que aquí vamos a encontrar es ‘Dumb Fuck’, una pieza muy Robyn en la que al igual que la anteriormente mencionada ‘Free Drink Ticket’ deja de lado sus leitmotivs reivindicativos para adentrarse en las siempre dolorosas rupturas amorosas. Aunque puestos a destacar no hay que obviar el puntazo de su colaboración con Kim Gordon en ‘Close Up‘ o esa ‘I Mean Something’ que nos trae de vuelta a Feist (con la que compartió piso años ha) en una tesitura musical muy diferente de la que nos tiene acostumbrados la autora de ‘The Reminder‘. Más oscura que nunca, Peaches vuelve con un trabajo que gana muchos enteros con las escuchas.
Calificación: 7/10
Temas destacados: ‘Close Up’, ‘Sick In The Head’, ‘Dumb Fuck’, ‘I Mean Something’
Te gustará si: la Peaches más deslenguada, oscura y urban
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