Como anunciábamos ayer, Lady Gaga actuará en la próxima edición de los premios Grammy, que se celebran el próximo 15 de febrero, para homenajear a David Bowie, que fallecía el pasado 10 de enero a causa de un cáncer. Gaga realizará un popurrí «de siete u ocho minutos» compuesto por «3 o 4» canciones del artista y a nadie debería extrañarle que haya sido ella y no otra persona la seleccionada para llevar a cabo este tributo. La influencia de David Bowie en la estética musical y visual de Lady Gaga siempre ha sido explícita y ha ido mucho más allá de un simple rayo pintado en la cara en referencia a la icónica portada de ‘Aladdin Sane’.
Para empezar, están las canciones. De hecho, existe un mito en la red según el cual, a mediados de este siglo, Lou Reed escribió una canción titulada ‘Brown Eyes’ para David Bowie que este grabó, dejando una maqueta desechada. Según la leyenda, en 2006 Lady Gaga y su productor de entonces, Rob Fusari, habrían comprado los derechos para grabar su propia versión para el álbum debut de Gaga, ‘The Fame‘, editado en 2008. No, esto no pasó de verdad, pero podría haber ocurrido perfectamente; al fin y al cabo, ‘Brown Eyes’, una balada setentera de guitarras rugientes y melodías dramáticas, no podría sonar más Bowie, como también lo hace ‘Yoü and I’ de ‘Born This Way‘. ¿Y no será ‘Scheiße’ un homenaje implícito a la trilogía berlinesa?
Por supuesto, Gaga ha sido la primera en reconocer a Bowie como una de sus mayores influencias, si no la mayor de todas. Durante una entrevista reciente, la cantante aseguraba que lo que le atrajo de Bowie fue su capacidad para convertir la diferencia dentro del status quo en un mensaje de poder y autoafirmación. «Cuando me enamoré de David Bowie», indicaba, «vivía en el Lower East Side y siempre pensé que su estilo glamuroso era algo que utilizaba para expresar un mensaje a la gente, que resultaba sanador para sus almas». «Él es un artista de verdad», concluía, no sin antes señalar que como artista «has de utilizar el teatro de tu imaginación para entretener a la gente más allá de sus sueños», sugiriendo que esta habilidad hizo de Bowie una leyenda.
En 2010, otro rumor situaba a Bowie en el estudio con Gaga, que el propio equipo del británico no tardó en desmentir. La única vez, en definitiva, en la que Gaga y Bowie han compartido espacio es en la mente de la primera durante la composición de algunas de sus canciones. Aparte de las mencionadas, la referencia a ‘Life On Mars’ en ‘Fashion!’, uno de los temas incluidos en ‘ARTPOP‘, no parece involuntaria. En ella, Gaga canta «there’s a life on Mars / Where the couture is beyond». Curiosamente, Bowie también tiene una canción titulada ‘Fashion’, bastante disco a su vez.
Más allá de las canciones, lo cierto es que Bowie ha sido la gran referencia estética de Stefani desde que se dio a conocer con ‘Just Dance’. La androginia de Bowie inspiraba a Gaga ya antes de que Christina Aguilera la confundiera con un hombre en alguna entrevista y, más allá del mítico rayo, la hemos visto pintarrajeada de todos los colores posibles y vestida con atuendos tan elegantes como estrafalarios, muy propios de Grace Jones, sí, pero también de Ziggy Stardust, en sus directos. Por no hablar de la teatralidad de los mismos. Como a Bowie, por otro lado, el espacio también ha interesado a Gaga y no solo por las referencias astronómicas de ‘Venus’, pues estuvo a punto de cantar en el espacio el año pasado. ¿Qué pasó con aquello?
Si ‘The Fame’ y ‘The Fame Monster‘, por otro lado, constituyen la época «glam» de Gaga en lo musical; su concepto, una reflexión sobre la cultura popular y la religión de las celebrities en el siglo XXI, conecta con algunos de los trabajos de Bowie en los 70 y 80 y, casi por extensión, con algunos de sus personajes y composiciones. En el mismo ‘Low’ caben temas experimentales como ‘Art Decade’ junto a otros tan pop como ‘Sound and Vision’ mientras Bowie trata de ordenar la grandiosidad de la fama, el arte, la política… con su vida personal (‘Be My Wife’ es uno de los últimos intentos de reconciliarle con Angela Bowie). Puro «ARTPOP».
El primer single de ‘ARTPOP’, por cierto, se presentaba con una portada más que inspirada en el payaso de ‘Ashes to Ashes’ y su videoclip parecía incluir un guiño a las alas de esqueleto que Bowie vistió durante una de las actuaciones de su gira ‘Glass Spider’ en 1987. A menudo, la carrera de Gaga parece un intento continuo de homenajear al gran ídolo «glam». Y ahora que le rendirá tributo en los Grammy, es fácil entender por qué.