«Sé que es tarde pero, espera, / te llevaré a casa / solo quédate un rato más / y nada conmigo en la piscina de esta azotea», suplica Josef Salvat en ‘Night Swim’, el tema que titula su esperado álbum debut. Es una canción sensual, de texturas delicadas y melodías susurradas, que hace pensar en el australiano como una posible respuesta masculina a Lana Del Rey. De hecho, si hay algo que conecta todas estas canciones entre ellas, más que su estilo, que es bastante variado, es la voz de Salvat, un canturreo íntimo, a veces desganado, otras emotivo, pero siempre atractivo. Salvat no tira en lo musical, sin embargo, por el glamour decadente de Del Rey; más bien, se deja seducir por los ritmos del pop contemporáneo de Years & Years (‘Paradise‘), por la balada dramática (‘Till I Found You‘) e incluso por el nuevo romanticismo de los ochenta (‘Hustler‘), sin renunciar ni al post-dubstep en la mejor balada del álbum, ‘Shoot and Run’, de acertada melodía balanceante, ni a la música disco en su hit más claro, que no, no es ‘Open Season‘, que es estupenda, sino ‘Closer’, que es todavía mejor. La balada dramática es especialmente agradecida con Salvat, sobre todo en la espectacular ‘Hustler’, que alterna una acertada melodía de piano con chasquidos de dedo y percusiones épicas, mientras ‘Constant Runners’, desde el lado opuesto, se desarrolla con una propulsión y energía adictivas. ¿El hilo conductor de todo esto? Una sensualidad vocal innegable y unos textos de amor oscuros, entre el enamoramiento, la culpa y la traición, que juntados con la lugubridad de los paisajes electrónicos por los que navega Salvat, conforman un producto pop sofisticado e irresistible.
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘Open Season’, ‘Hustler’, ‘Closer’, ‘Constant Runners’
Te gustará si te gusta: Hurts, Broods, Troye Sivan, Banks, Lana Del Rey
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