BMI (Broadcast Music, Inc.), una de las tres organizaciones en Estados Unidos que protege los derechos de autor de músicos, compositores y editoriales, celebró ayer la gala número 64 de sus premios BMI Pop Awards, que galardona a los artistas con las canciones más pinchadas en la radio durante el año previo. Entre los artistas premiados, Jason Derulo, Flo Rida y Rachel Platten.
También Taylor Swift ganó un premio y no uno cualquiera, sino el que lleva su propio nombre, el premio Taylor Swift, el primero de la historia, que celebra su enorme éxito, influencia e impacto en la industria y la cultura. La autora de ‘1989‘ resolvió el marrón de ir a recoger un premio con su propio nombre asegurando que se hubiera enfadado de no haberlo recibido.
No es, por cierto, el primer premio que BMI crea en nombre de un artista. El primero fue Michael Jackson, que recibió el premio Michael Jackson en 1990.