El próximo 2 de diciembre, Britney Spears cumplirá 35 años, a todas luces es aún joven; sin embargo, para la industria y a ojos del público es toda una veterana. Solo hay que atender a varios de los mensajes publicados en los comentarios de Youtube de su nuevo vídeo para ‘Slumber Party’, de la naturaleza de un «¿pero esta chica no tenía 52 años?», por destacar un ejemplo concreto, para comprobarlo. Ciertamente me he topado con reacciones similares entre algunos de mis amigos, que no se deciden entre si Britney tiene 25, 39 o 47 años, y apuesto a que muchos de nuestros lectores y lectoras también lo han hecho, en alguna de estas conversaciones de sobremesa sobre cultura pop obligatorias en cualquier reunión molona que se precie y en la que el debate sobre divas de la música pasa siempre por mencionar su edad, mientras la de los iconos masculinos contemporáneos a ellas suele tocarse de pasada, si acaso.
Objetivamente, Britney es joven, pero en el ecosistema pop, sobre todo en el femenino, para mucha gente, parece mucho mayor. Y no me refiero a que fuera madre de dos criaturas a una edad tan temprana. Sobre todo sus recientes decisiones artísticas, por ejemplo la publicación de ‘Pretty Girls’ con Iggy Azalea, o el fracaso comercial de su último disco, ‘Glory‘, contribuyen a esta imagen. Además, su espectáculo en directo no podría ser más anacrónico a 2016, pues está coreografiado de principio a fin, no incluye una sola nota en directo y es de grandes éxitos (y no precisamente actuales). Además, tiene lugar en Las Vegas: allí murieron, han muerto o morirán las carreras de Elvis Presley, Cher, Elton John o Céline Dion. Con 35 años, Britney está actuando en Las Vegas como si llevara 4 décadas de carrera a sus espaldas. Con razón parece vieja, ¿no es cierto?
En perspectiva, sin embargo, el legado de Britney, para su edad, es espectacular. No tantos artistas se convierten en iconos pop antes de cumplir los 20 años y Britney tenía solo 23 cuando salió ‘Toxic’. A sus casi 35, Britney tiene la misma edad que Beyoncé y Justin Timberlake pero es más joven que Eminem, Shakira y P!nk y solo un poco mayor que Katy Perry, Macklemore y Lana del Rey, sin olvidar que iconos de pop rabiosamente actuales como Lady Gaga y Bruno Mars ya han cumplido los 30. Si quisiera, Britney habría renovado su marca, como lo ha hecho magníficamente Beyoncé, pero no ha querido: es una decisión legítima, pero su imagen se ha resentido terriblemente por ello. ¿O quién habla de las edades de Jennifer López o Shakira en los mismos términos con los que se habla de la edad de Britney?
Pero hay esperanza: si atendemos no solo a las críticas de ‘Glory’ de los medios especializados que lo han reseñado sino también a la opinión de una gran parte de sus fans, ha sido en 2016 cuando Britney ha publicado su mejor disco. Y luego está ‘Slumber Party’. Una canción esta de sonido reggae más actual imposible, en la onda de ‘Side to Side’ de Ariana Grande, ‘Hotline Bling’ de Drake o ‘Work’ de Rihanna, que lo tiene todo para triunfar, un sonido fresco, una melodía seductora, un vídeo con un «replay value» brutal (van 14 millones de reproducciones en tres días) y la colaboración de una artista invitada de actualidad, Tinashe, que no, no vende discos, pero tiene a la crítica a sus pies. Nada en relación a ‘Slumber Party’ ni a ‘Glory’ sugiere que Britney es mayor. A Britney no le toca publicar su ‘Ray of Light’ todavía: lleva con nosotros toda la vida -para muchos de sus fans, literalmente- pero, 20 años después de ‘…Baby One More Time’, sigue siendo joven.