El debut de Rosalía, además de ser uno de los posibles sleepers del año en el plano comercial, es un disco magnífico en lo artístico, que está consiguiendo hacer escuchar flamenco a una parte del público que, presumiblemente, no se habría acercado al género de otra forma. Pero en ‘Los Ángeles‘ hay ecos de muchas más cosas y nos hace pensar en obras de artistas muy distintos que, de una u otra forma, tienen reflejo en él. Seleccionamos 8 de ellas que, creemos, son de escucha indispensable si has disfrutado el primer disco de la artista barcelonesa.
Rocío Márquez / El niño
La cantaora y autora onubense Rocío Márquez es una de las voces más singulares que han emergido en el flamenco en los últimos años. La ganadora del prestigioso Lámpara Minera en 2008 es, como la de Rosalía, una de esas nuevas voces “viejas” que, en contraposición a los Nuevos Flamencos de los 90 y los 00, buscan nuevos caminos partiendo del cante antiguo. No en vano Rosalía formó parte del cuadro de Márquez y con ella ha realizado algunas giras.
Su segundo disco, ‘El niño’, es una inmejorable referencia (también con Refree involucrado en su producción, intuimos que no casualmente) para acercarse a ella. Aunque, ojo, acaba de publicar ‘Firmamento’ que, desde ya, opta a ser uno de los discos de 2017. Pronto, nuestra reseña.
James Blake / James Blake
Las influencias de Rosalía son muy diversas y el soul y el R&B forman parte de su día a día. En vídeos de algunos directos suyos la hemos visto incluso adentrándose en caminos de experimentación que no distan mucho del neo soul de artistas como el británico James Blake. Sin embargo, aunque ‘Los Ángeles’ sea un disco de flamenco puro, la manera de tratar los silencios y algunos arreglos vocales no difieren tanto de lo que encontramos en el debut de Blake.
Lole y Manuel / Nuevo día
Escuchando ‘Los Ángeles’, no pocas veces nos ha venido a la mente ‘Nuevo día’, el icónico debut de aquel magnífico dúo formado por Lole Montoya y Manuel Molina que, como Rosalía y la antes citada Rocío Márquez, propusieron en los 70 un giro sutil al lenguaje del flamenco ortodoxo. Un disco este que, además, osaba introducir en sus letras (al menos uno lo lee así) contenidos políticos y sociales (¿no es ‘Bulerías de la luna’ un poético retrato de la violencia machista?). Es un disco necesario en cualquier discoteca, seas fan o no de Rosalía, pero imprescindible si has disfrutado ‘Los Ángeles’ y te pica el gusanillo del flamenco.
Nick Cave & The Bad Seeds / Murder Ballads
Este disco del australiano y su banda, publicado en 1996, tiene poco que ver musicalmente con el disco que hoy centra este artículo. Sin embargo, como su propio título deja claro, se trata de un álbum que reúne canciones inspiradas por viejos relatos de dramáticas muertes –accidentales o crimen mediante– contando, por cierto, con las colaboraciones de PJ Harvey y Kylie Minogue. Un tema que también vertebra ‘Los Ángeles’, haciendo de su escucha y, sobre todo, su lectura un complemento más que curioso, mostrando que la parca es una inspiración para músicos y poetas de toda condición y época. Solo el amor puede competir con ella en eso.
Pepe de la Matrona / Maestros del cante flamenco, París 1957
Muchos cantaores antiguos como La Niña de los Peines, Manolo Caracol, Porrina de Badajoz, Don Antonio Chacón o Pepe Marchena son citados explícitamente, recuperando algunas de las letras que ellos popularizaron, en ‘Los Ángeles’. No lo está –creo, estoy lejos de ser un experto en flamencología– Pepe de la Matrona, un cantaor trianero que transmitió a principios del siglo XX muchos cantes antiguos. Pero podría haberlo estado perfectamente, como prueba este disco que registra una actuación en París a finales de los años 50, con Román El Granaíno a la guitarra como único acompañamiento. Condensa la pureza del cante y el toque clásicos más genuinos.
Songs:Ohia / Ghost Tropic
‘Los Ángeles’ se cierra con una ‘I See A Darkness’ que, además de ser la primera canción que Refree y Rosalía interpretaron juntos a modo de jam, refleja de nuevo la diversidad de influencias de la joven barcelonesa. Hubiera sido muy fácil escoger aquel sobresaliente álbum de Bonnie “Prince” Billy en esta selección, claro, pero pensamos que resulta mucho más interesante aprovecharlo para recordar al tristemente desaparecido Jason Molina. Un artista amigo de Will Oldham, no tan popular como él pese a haber creado álbumes tan enormes como los de Magnolia Electric Co. o, antes, los de su alias más popular, Songs:Ohia. ‘Ghost Tropic’ (2000) en particular, tiene una hondura folclórica y una tristeza que sin duda conecta, tanto en espíritu como en forma, con el debut de Rosalía.
Enrique Morente / El Pequeño Reloj
Este álbum no es, quizá, el que a priori se acerca más en sonido a ‘Los Ángeles’ de toda la discografía del maestro granadino. Posiblemente ‘Despegando’, un disco que ya inspiró a Refree a la hora de afrontar su disco conjunto con Sílvia Pérez Cruz, ‘granada’, estaría más próximo a este. Sin embargo, este magnífico álbum lanzado en 2003, de producción muy elaborada a cargo del propio Morente y Javier Limón, contenía un esmerado afán por dar vigencia a tocaores de leyenda como Manolo de Huelva y Ramón Montoya, de los que se emplearon antiguas grabaciones en disco de pizarra. Además de ese trasfondo didáctico, por su lenguaje audaz e iconoclasta, supone una magnífica manera de introducirse en el mundo del Maestro Morente. Mejor, incluso, que ‘Omega’.
Lhasa / The Living Road
Como preguntábamos en su día a Rosalía, aunque reconoció no ser consciente de ello entonces, los tangos ‘Catalina’ tenían una línea –ese “ponme la mano aquí, Catalina”– que posiblemente habría inspirado la célebre ‘Macorina’ que hizo leyenda Chavela Vargas. Podríamos incluir, así, un disco de la mexicana en esta selección. Sin embargo, por uno de esos mecanismos mentales que no se pueden explicar fácilmente, su referencia me hizo pensar en la también fallecida Lhasa de Sela (quizá por su origen mexicano; o porque su debut se titulaba ‘La llorona’, vaya usted a saber).
Esta artista norteamericana tuvo una carrera tristemente breve por culpa de un cáncer de mama que acabó con ella con apenas 37 años, pero dejó tres fantásticos discos, entre los que destacamos el fascinante ‘The Living Road’. Un álbum inclasificable en el que la expresividad de su voz y la espiritualidad exacerbada que transmite su música no desentona lo más mínimo con ‘Los Ángeles’, y que podríamos situar en una órbita semejante a las de Violeta Parra, Joni Mitchell o Leonard Cohen. Una de sus últimas colaboraciones vocales fue para la banda británica Tindersticks, que le dedicaron su álbum ‘The Waiting Room’, que incluía el dueto póstumo ‘Hey Lucinda’.