MUWI La Rioja Music Fest busca consolidarse como un singular evento cultural en el que la música vaya de la mano de la mayor industria de la región: el vino. De hecho, el festival se celebra en los jardines y calados de Bodegas Franco-Españolas de Logroño.
Esta semana, entre los días 24 y 27 de agosto, podrá disfrutarse de una selección gastronómica y catas de vinos a la vez que se disfruta de una personal selección de artistas pop. Además de nombres como los de Shinova, Las Bistecs, La Bien Querida (en acústico) o DJ sets de Papaya y El Columpio Asesino, estas son las 10 propuestas que destacamos en este certamen tan singular. Los abonos están a la venta por 40 euros en Ticketea, mientras que las entradas de día valen 28. La entrada de domingo tiene carácter solidario y son solo 5 euros.
5 imperdibles
«rinôçérôse»: al contrario que muchos proyectos de electro-rock, el dúo formado por Jean-Philippe Freu y Patrice Carrié permanece en activo y coleando. Este mismo año, 20 después de que debutaran con ‘Retrospective’, han publicado un nuevo álbum llamado ‘Angels and Demons’, continuación de ‘Futurinô>>’ (2009) que reincide en su música bailable de guitarras, aunque dejando ya atrás ese componente lounge tan característico de sus primeros discos. Con todo, es bien sabido que el fuerte de los de Montpelier es su apabullante directo y resultaría inconcebible perdérselo en esta ocasión.
Joe Crepúsculo: uno de los artistas más personales del panorama del pop nacional de la última década ha logrado, a base de publicar un gran disco tras otro y, sobre todo, de convertir sus directos en grandes catarsis festivas, ser un nombre básico en cualquier festival que se precie.
Kokoshca: la consolidación de la banda pamplonesa como cuarteto ha contribuido enormemente a dar fuerza a sus directos y que, felizmente, se hayan convertido en uno de los nuevos habituales del panorama festivalero. Pero sobre todo debemos agradecérselo a los dos grandes discos que han publicado en los últimos años, ‘Hay una luz’ (20143) y ‘Algo real’ (2016), con los que han conformado un repertorio de rock genuino, equilibrio de sensibilidad y macarrismo.
Soleá Morente: aunque su apellido ilustre sea a la vez un gancho y una responsabilidad, la mediana del clan Morente ha sabido conectar con públicos muy variopintos gracias a un pop peculiar que condensa flamenco, pop y otros sonidos contemporáneos con soltura. Aún le dura el crédito que justamente obtuvo con su debut largo ‘Tiene que haber un camino’, pero ya hay ganas de saber por dónde irán los tiros de su nuevo álbum.
WAS: imaginamos que cada vez menos hará falta especificar el “FKA We Are Standard” para hablar de los getxotarras. El cambio más importante obrado en ‘Gau Ama’, sin embargo, venía en unas canciones que se reciclaban con acierto recurriendo al folclore de su tierra. Lo cual no los hacía menos bailables ni contemporáneos que antaño, sino todo lo contrario.
5 sugerencias no tan obvias
Mostaza Gálvez: la garra rock de la nueva banda de Guille Mostaza post-Ellos ha resultado ser mucho más que una curiosidad. Todo un hallazgo que se ha concretado en ‘Vida y milagros’, un debut notable en el que su incuestionable tino melódico va de la mano con guitarras afiladas, energía y una divertida tendencia al gorileo. Si canciones como ‘Me vuelvo con lo puesto’, ‘Restos’ o ‘No no no’ son rotundas en disco, en directo serán incontestables.
Amatria: tras dejar atrás su etapa en Subterfuge, cuando canciones como ‘Chinches’ o ‘El golpe’ le convirtieron en una muy real promesa de estrella indie, Joni Antequera se ha embarcado en la aventura de crear un sello hecho por artistas. Vanana Records (fundado con Elyella y Pau Paredes ) ya ha cobijado su primer single de esta etapa, una potente ‘Animal’ que reincide en las virtudes de sus hits previos y reaviva la curiosidad por su futuro.
Perro: esta banda murciana se mantiene ajena a cualquier corriente artística de moda, y apuestan por una fórmula bien sencilla de un indie rock con guitarras enérgicas y afiladas, bases rítmicas pétreas y melodías tan sencillas como adhesivas, en las que su mayor atino son unas letras que alternan guiños a la cultura popular con cierto surrealismo. Por evidente que parezca el planteamiento, lo cierto es que se han hecho con un nombre destacado en la escena y cuentan con temas como ‘La reina de Inglaterra’ o ‘Ediciones Reptiliano’ que acumulan en Spotify más de 560.000 y 125.000 reproducciones. Poca broma.
Las Kasettes: la desaparición de Chin Chin Records no ha hecho merma en las ganas de este dúo del entorno de Los Ginkas (evidentemente, la marca de refresco también inspiró su nombre) por publicar sus propias canciones. El pasado abril el singular sello Spicnic dio soporte a Edurne y Maier para lanzar ‘Bajo el sol’, su primer largo tras dos EPs. Un disco de versiones exquisitas (Mickey Lee Lane, Annette Funicello, los Temblooores, Karatekas, Beach Boys…) que equilibran espíritu ye-yé y frescura.
The Excitements: el éxito de discos como ‘Back To Black’ probaron la total vigencia del soul y el rhythm and blues más clásicos en el pop contemporáneo. Al calor de ese feliz revival, muchos músicos jóvenes recuperaron viejos modos, como es el caso de esta banda de Barcelona que, tras tres álbumes de estudio, se han convertido en referencia. Cuentan, además, con un plus: la entrega, la voz y la presencia de Koko Davis, su imponente vocalista.