La tragedia del pasado domingo en Las Vegas, en la que un hombre llamado Stephen Paddock asesinó indiscriminadamente con armas automáticas a 58 personas e hirió a más de 500 durante un festival de música country, ha sido un duro golpe para la sociedad norteamericana y podría marcar drásticamente la actividad cultural de la capital del estado de Nevada. Jennifer Lopez, que debía actuar durante tres noches en un hotel de la ciudad esta semana, canceló esas actuaciones.
Sin embargo, otra cantante pop que se ha convertido en una institución de la ciudad de los casinos, Britney Spears, ha reaccionado de manera totalmente opuesta. En un post de Instagram ha mostrado su total disposición a continuar con su residencia en el hotel Planet Hollywood –que, por otra parte, ha dado momentos de lo más varipinto– desde el próximo miércoles y hasta diciembre, según tenía previsto, y ha animado a sus ciudadanos a mantenerse unidos para superar el horror.
Spears ya mostró su consternación días atrás. Tras este ataque, se supo también que Paddock podría haber atentado días antes en otro festival de la ciudad, Life Is Beautiful Festival, en el que habían actuado artistas como Lorde, Chance The Rapper, Gorillaz, The xx o Muse.