Miley Cyrus se ha sentado en el coche de James Corden para una nueva edición de Carpool Karaoke, donde últimamente hemos visto a Foo Fighters o visto a medias (por su exclusividad con Apple Music) a Shakira.
Cyrus ha hablado sobre su torpeza al volante, cantado éxitos pasados como ‘Party In the U.S.A.’ o ‘The Climb’ y revelado que iba “totalmente colocada” durante la grabación del videoclip de ‘Wrecking Ball’, aunque no durante su polémica actuación con Robin Thicke en los MTV Video Music Awards de 2013. Tampoco iba fumada cuando escuchó por primera vez ‘Achy Breaky Heart’ de su padre Billy Ray Cyrus, aunque, apunta, “ya me hubiera gustado estarlo”.
La aparición de Cyrus en Carpool Karoake podría o no animar las ventas de su nuevo disco, ‘Younger Now’, que de momento están siendo decepcionantes. El disco ha vendido solo 45.000 copias en Estados Unidos (33.000 de las cuales son físicas) en su primera semana, a años luz de las 270.000 ventas que logró ‘Bangerz’ en el mismo periodo de tiempo, y tras el fracaso del single ‘Younger Now’ no parece que haya mucho material para levantarlo. Debuta en el top 5, mientras en Reino Unido lo hace en el top 8.
Existen varios motivos que explican el desempeño comercial de ‘Younger Now’. Han pasado cuatro añazos desde ‘Bangerz’, una eternidad en el pop, y un tiempo en el cual Cyrus ha hecho de todo para radicalizar su imagen, desde un disco psicodélico con Flaming Lips hasta sesiones de fotos ultra sexualizadas. O puede que, tras la “limpieza” de imagen de esta nueva etapa, simplemente el disco de Miley no sea tan bueno, como refleja su mediocre puntuación en Metacritic.