Suecia ha sido y es un país con una innegable importancia en la música pop. En ocasiones da la impresión de que nadie como ellos ha entendido el secreto detrás del arte de componer canciones sencillas y emocionantes: de ABBA a Lykke Li, de los Cardigans a Club 8. Pero, sin embargo, toda esa loable tradición de pop sueco comparte una característica: la adopción total de la cultura anglosajona, empezando por la utilización exclusiva del inglés.
Quizá por ese motivo, desde hace algunos años, se está empezando a notar un cierto movimiento que parece reivindicar el uso tanto de la lengua como de elementos identitarios suecos. Artistas con presencia internacional y discografía en inglés, como Frida Hyvönen o Joel Alme, han publicado sus últimos trabajos -más íntimos y locales- en sueco. Ejemplos como ellos, junto con toda una nueva generación de grupos pop que están utilizando el sueco como su única lengua artística (caso de Vasas flora uch fauna), están promoviendo la recuperación y reivindicación de una serie de figuras históricas del pop en sueco que resultan totalmente desconocidas fuera de sus fronteras.
Olov Antonsson puede encuadrarse claramente dentro de ese movimiento. Integrante hace una decada de The Tidy Ups (excelentes y desconocidos exponentes del mejor twee-pop con la deliciosa ‘Dizzy Heights’), comenzó su carrera en solitario bajo el nombre de Cocoanut Groove, con bonitas canciones de pop à la Belle & Sebastian que llamaron la atención de un sello tan prestigioso y selectivo como Fortuna Pop!. Sin embargo, a finales de 2016 da la sorpresa publicando en Gaphals (una discográfica con especial gusto por lo local) una tirada limitadísima -500 copias- de este ‘Nere och ute i AC län’.
Por supuesto, el álbum está cantado integramente en sueco. Pero no solo es eso. Se puede decir que es prácticamente un disco conceptual sobre una región concreta en el norte de Suecia: Västerbotten, un amplio territorio en el que se encuentra, entre otras ciudades, Umeå. Pese a la temática, ‘Nere och ute i AC län’ dista mucho de ser un disco de folk escandinavo. Esto es puro pop, anglófilo, en el que se pueden encontrar similitudes con la actitud indie de Cocoanut Groove, pero el sonido y el tipo de composiciones del disco son claramente diferentes. En estas 12 canciones Olov Antonsson se muestra mucho más crooner, más retro, más próximo a la canción melódica que en cualquiera de sus trabajos anteriores, como queriendo reivindicar a aquellos cantantes de pop en sueco que buscaban emular a los grandes intérpretes internacionales y de los que poco o nada sabemos.
La verdad es que el disco es una delicia. Por un lado, abre (‘Solnedgång vid Tvärån’, ‘Johanna i parken‘) y cierra (‘Stjärnhimlen’ y el tema titular) con melancólicas composiciones de cierto tono country, con slides y detalles en forma de arreglos de cuerda y viento. Música para cowboys tristes que puede recordar al Jens Lekman taciturno de ‘I Know What Love Isn’t‘ y a los Hidden Cameras de ‘Home on Native Land‘. Quizá habría que incluir en ese grupo la llamativa ‘Månsken över Umeälven’, que tanto recuerda en sus arreglos al ‘Everybody’s Talkin’ en la versión de Harry Nilsson.
En cada cara, Antonsson introduce un tema de corte más lento. Uno de ellos es la delicada ‘Vykort från Nordanå’, que mantiene ese aire ligeramente country de las anteriores, con un detalle precioso en el arreglo de trompeta. La otra es ‘Sist i gänget kvar i stan’, que recuerda a cierto tipo de canción italiana (Lucio Battisti, Fabrizio de André) pero, seguro, pasado por el tamiz de intérpretes locales de la misma época, tipo Olle Adolphson.
Pero no solo hay melancolía y delicadeza en ‘Nere och ute i AC län’. Muchos de sus temas son tan movidos como ‘Slutet på historien’, pop muy al estilo de Don Lennon con unos arreglos de viento y unos coros que son del todo irresistibles. En la misma línea está ‘Det kan lika gärna bli september nu’, con ese final absolutamente apoteósico, engarzando trompetas y guitarras de esa manera tan, tan Pale Fountains.
Esa canción tiene un puntito soul cuya influencia es más palpable en ‘Umedalen, här kommer vi’ y la todavía más cadenciosa ‘Himlen över Hedlunda’, un final de cara A y un comienzo de cara B, respectivamente, que permanece unido gracias a un coro idéntico. A estas se le suma ‘Umeå, jag älskar dig men du drar bara ner mig nu’ un inesperado pepinazo de Northern Soul con unos infecciosos coros femeninos que acaban apoderándose de la canción y haciéndote pensar si en Umeå también tendrían su particular Wigan Casino.
Por todo ello, este insólito ‘Nere och ute i AC län’ no solo es testigo de una incipiente escena sino un buen exponente de que encontrar la inspiración adecuada puede llevarte un paso más allá. El grado de atrevimiento de este álbum coloca a Olov Antonsson en un nivel y una originalidad a los que difícilmente podría haber llegado desde una propuesta más estándar como Cocoanut Groove. Un nivel que, de proceder de una figura más consolidada, daría muchísimo que hablar.
Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘Slutet på historien’, ‘Månsken över Umeälven’, ‘Himlen över Hedlunda’, ‘Umeå, jag älskar dig men du drar bara ner mig nu’, ‘Stjärnhimlen’
Te gustará si te gustan: Jens Lekman, Joel Alme, Tim Hardin, The Hidden Cameras, la música cantada en idiomas que no conoces.