Hace algo más de un año os hablábamos de Kiddy Smile, parisino apasionado de la escena ball, de la música electrónica y del hip-hop que nos dejó boquiabiertos con el conjunto canción + vídeo ‘Let A Bitch Know‘ (a mi juicio, de los mejores videoclips de los últimos años). “Ser gay en el gueto, fuera del armario, ser orgullosamente gay y en su puta cara… eso es algo que nunca se ha hecho. Se trata de recuperar de dónde vienes, tomarlo y mezclarlo con quién eres.”, comentaba Kiddy y, aunque la canción era un temazo, a nivel extramusical su presencia era casi más importante y necesaria, por los temas que ponía sobre la mesa. Por entonces teníamos en el París pre-elecciones Le Pen/Macron a un rapero gay, negro, afeminado y, sí, también gordo; es otro de los temas que ha tratado de visibilizar, comentando que “la gente no entiende el estigma que conlleva estar gordo, es difícil aprender a amarse a uno mismo: una cosa es aprender a amar tu cuerpo y otra es creer que otras personas puedan amarte con este cuerpo”.
Trece meses después, el París de Le Pen no llegó, pero el París de Macron tampoco es ninguna maravilla y, en cuanto a Kiddy Smile, ha seguido avanzando tanto en su activismo como en su música. Esta semana lanzaba ‘Burn The House Down’, un tema que parece 100% sacado de una exhibición ball: el estribillo repetitivo y eficaz, la letra hedonista que invita a olvidarte de tus problemas y darlo todo por una noche, el house-pop noventero presente durante toda la canción, la base secundaria en estrofas que va in crescendo hasta el estribillo, los coros susurrados en el instrumental, etc, hasta llegar a un puente más cercano al pop que al house antes del último estribillo, devolviéndonos a la fusión que tanto le interesa a Kiddy.
El tema es muy distinto de ‘Dickmatized’, el lanzamiento entre ‘Let a Bitch Know’ y ‘Burn The House Down’ que apostaba mucho más por el humor (ese videoclip) y los versos hablados, y ambos estarán incluidos en su álbum de debut, ‘One Trick Pony’, que saldrá a finales de agosto y en cuyo tracklist encontramos dos títulos tan diferentes entre sí y a la vez tan Kiddy como ‘House of God’ y ‘Slap My Butt’. Parece, por tanto, que el francés quiere tocar distintos palos en su primer largo tras tantos temas sueltos (¡de 2012 data ‘Worthy of your love’!), y ‘Burn The House Down’ es un estupendo ejemplo de lo que se le da bien a Kiddy.
Y si el año pasado actuó en nuestro Sónar, hace unos días tuvo oportunidad de presentar éste y otros temas nada más y nada menos que en el Palacio Elíseo, en una fiesta electrónica que organizan los Macron (!) y donde también estuvieron Kavinsky y Chloé. Que el año pasado titulábamos el artículo «Por qué Kiddy Smile es necesario para hacer arder el París de Le Pen» y ahora Kiddy presente ‘Burn the House Down’ en el Palacio Elíseo con Macron es una de esas casualidades que parecen de coña. Lo que es seguro es que, entre coña y coña, entre canción y canción, Smile hizo arder (metafóricamente, metafóricamente) con su discurso más de una estructura monolítica en los prejuicios de los asistentes.