Villagers estrenaba el mes pasado un avance del que será su próximo álbum ya durante el mes de septiembre, cuando se esté acabando el verano. Presentada con un enigmático vídeo en el que el propio líder del proyecto Conor O’Brien interpreta personajes, ‘Trick of the Light’ no ha hecho sino crecer durante estas semanas, gracias a su cadencia entre la americana y el soul contenido, hermosísima en sus punteos de guitarra y arreglos de cuerda. Aunque el artista irlandés dice que el sonoro texto «There’s an ocean in my body / There’s a river in my soul» no es una referencia a ninguna canción concreta, esa parte en particular despunta conteniendo parte del imaginario de la música popular estadounidense desde su pureza y carácter religioso.
La canción habla de fe y de encontrar la espiritualidad a través de frases como «Es momento de dejar ir las cosas que no puedo controlar, el camino que he tomado es el único que conozco», mientras el tono de la canción se mantiene confiado y tranquilo. El estribillo y título aluden a la posibilidad de confundir un signo en el cielo con un efecto random (“si veo un signo en el cielo esta noche / nadie me va a decir si es un efecto luminoso”) y el propio Conor O’Brien nos ha hablado sobre su significado.
Publicaremos la entrevista completa con el artista a la salida del álbum, pero de momento podemos avanzar las interesantes palabras que ha dejado sobre este single. Cuando le preguntaba sobre si había cierto humor en la canción, respondía que creía que sí, aunque reconociendo que no sabía a lo que me refería. «A confundir una señal divina con algo que es la nada», le aclaraba. Y esta era su respuesta: «Lo puedes interpretar así, pero la hice pensando algo así como «si algo me hace bien, me sirve». Si es un efecto luminoso, si solo es una ilusión, si esa ilusión te consigue dar fuerza, ¿qué más da? Si así te sientes mejor con tu entorno, más abierto, más conectado con los demás… Tu espiritualidad puede venir de donde sea».
Sobre la fuerte presencia de la religión en el álbum, indicaba: «No diría que la religión organizada es un tema enorme en el álbum, sino más bien la idea de Dios. Para mí decir que he encontrado un lugar para Dios en mi corazón es como liberarme, porque tomo la palabra Dios y la hago mía. Consigo hacerla mía pese a la educación que he recibido. Dios puede ser solo una palabra para lo que quieras, para mandar a la mierda cosas o para ser amado, o para sentir orgullo, para cualquier cosa».