El nombre de Agar Agar, aparte de sonarnos mucho gracias a Masterchef, viene pegando también en el plano musical desde hace un par de temporadas. Hablamos de un dúo parisino compuesto por Clara Cappagli y Armand Bultheel que se conoció en una escuela de arte y que comenzó a hacer canciones y dar conciertos en 2015. En 2016 debutaron con ‘Cardan’, un primer EP que establecía sus principios estéticos básicos: electro pop retro y minimalista, con una querencia oscura a lo Lizzy Mercier Descloux (la voz desafiante y dulce a la vez de Clara tiene mucho que ver en eso, y la mejor muestra es su descacharrante tema en un cómico español ‘Cuidado, peligro, eclipse’). Si bien la melodía y la voluntad bailable tienen un peso fundamental en su propuesta, como muestran ‘Prettiest Virgin’ o ‘Aquarium’.
El pasado año el dúo estuvo preparando con calma su álbum de debut, que tras cierto silencio, por fin publicará el sello independiente Cracki Records (Cappagli ha dicho que, tras haber tenido una experiencia previa con una multinacional –militó en los grupos Jabberwocky y Cannery Terror–. El próximo 28 de septiembre llegará ‘The Dog & The Future’, para el cual el grupo se ha hecho estas fotografías promocionales tan… así, y ha adelantado con dos singles, ‘Fangs Out’ y ‘Sorry About The Carpet’. Este último condensa especialmente el encanto de Agar Agar, esa dosis de irreverencia aportada al clasicismo del pop electrónico.
Así, en un divertido vídeo que, dicen, está inspirado en los geniales ‘Megg, Mogg y Búho’ de Simon Hanselmann, Clara y Armand hacen todo tipo de perrerías al mobiliario y la decoración de un antiguo palacete, para probable horror de los amantes del orden, la pulcritud y el conservacionismo (aunque, en realidad, su letra habla del deterioro de una relación de largo recorrido que en lugar de resolver sus diferencias esconden la mierda bajo la alfombra). Y musicalmente estamos ante un tema hipnótico, con el bajo sintetizado que marca la cadencia rítmica a la melodía que, muy sensualmente, entona Cappagli, aunque su gran gancho esté en un riff de teclado recurrente. Todo un numerazo que hace que aguardemos ese ‘The Dog & The Future’ con las orejas de punta.