Al fin la justicia belga se ha pronunciado sobre la orden de extradición emitida por España contra el rapero Josep Miguel Arenas, Valtònyc, condenado por la Audiencia Nacional a tres años y medio de prisión por “enaltecimiento del terrorismo e injuriar al rey” en las letras de sus canciones. El juez belga entiende, según el abogado de Valtònyc, Gonzalo Boye, que los hechos por los que se condena al rapero se deben acoger como libertad de expresión y, por tanto, la justicia de su país no aceptará su extradición.
Dado que queda fuera de la jurisdicción española, la sentencia sólo podría ser recurrida por la fiscalía de Bélgica, lo cual Boye considera improbable puesto que la resolución del juez de Gante deja claro que cantar esas letras “es libertad de expresión”. Valtònyc ha dicho a El Diario que está “muy contento de estar libre, pero también muy triste por ver que mis compañeros en España no lo son y no pueden tener un juicio justo», en referencia a Pablo Hásel, que la pasada semana veía reducida su condena a 9 meses de prisión por hechos similares. «Es muy triste tener que salir fuera de casa para encontrar justicia. He puesto mi caso en disposición de la lucha por la libertad de expresión», ha dicho también añadiendo que elevará su caso al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo: «Crearemos un precedente. Se demostrará que en España no hay libertad, no sólo para votar, sino que tampoco hay libertad de expresión”.
Recordemos que Valtònyc huyó a Bélgica semanas atrás, poco antes de que se cumpliera la fecha para su ingreso en prisión tras ratificarse su condena de tres años y medio por cantar letras como “el rey tiene una cita en la plaza del pueblo, una soga al cuello y que le caiga el peso de la ley”, “Sofía en una moneda pero fusilada”, “puta policía, puta monarquía, a ver si ETA pone una bomba y explota” o “Miguel Ángel Blanco, Carrero Blanco, bah, ya no, ahora toca a Juan Carlos”. Su caso llegó a ocupar portadas de la prensa generalista internacional, y al ponerse en manos de la justicia belga, esta decretó su libertad sin cargos.