Todos hemos escuchado ‘Sorry’ de Justin Bieber, ‘Sorry’ de Beyoncé y ‘Sorry’ de Madonna además de otras decenas y decenas de canciones llamadas ‘Sorry’ o con la palabra “sorry” en el título, como ‘Sorry’ de Halsey, ‘I’m So Sorry’ de Aldous Harding, ‘Sorry Seems to Be the Hardest Word’ de Elton John o, dándole una vuelta a la tortilla, ‘Sorry Not Sorry’ de Demi Lovato. Nos faltaba escuchar a una banda que se llamase Sorry y al fin ha llegado.
Sorry es un cuarteto del norte de Londres compuesto por Asha Lorenz y Louis O’Bryen, dos chavales de 19 años que son amigos de la infancia; además de Lincoln Barrett (batería) y Campbell Baum (bajo). Todos ellos son colegas de dos bandas de punk jóvenes que han despuntado en los últimos tiempos, Shame y Goat Girl, con los que frecuentan el hervidero de talentos que es el Windmill Pub, en el sur de Londres. Como a estos grupos, a los miembros de Sorry les mueve un espíritu totalmente “do it yourself” que les lleva a producir su propia música y sus propios vídeos (como el EP visual ‘Home Demo/ns Vol II’), proyectando una frescura y una imagen despreocupada muy apta para su sonido grunge.
Porque lejos de las fusiones punk/country de Goat Girl y la energía power-punk de Shame, Sorry remite muy directamente a los 90 de L7 y Hole. Sorry cuidan sus melodías y sus canciones suelen presentar composiciones complejas donde los riffs de guitarra 90s conviven con ritmos bailables y efectos electrónicos propios del hip-hop, un género que ha influido mucho al grupo. En este sentido, su mejor canción es sin duda ‘Starstruck’, que acaba de estrenarse y, con su estribillo medio hablado, voces atropelladas y onomatopeya de asco, recuerda a los Yeah Yeah Yeahs y podría haber sido un hit de las campañas de Apple en 2008, aunque quizá no, debido a su guarra producción, mucho más punk de lo que nunca fueron los Ting Tings. De hecho, el grupo se confiesa fan de Mica Levi y una escucha de sus canciones es suficiente para entender por qué.
Aunque Sorry se auto-producen, y es evidente por ejemplo en el sonido bruto de su balada ‘Twinkle’, que sí es muy Hole, actualmente trabajan en el estudio y de hecho han dejado que Sean Oakle, productor que ha trabajado con James Blake y Frank Ocean, meta mano en ‘Showgirl’, otra de esas canciones de Sorry imposibles de fijar en otra época que no sea el grunge de los 90. Sin embargos, sus canciones nacen de la naturalidad de quien ha crecido escuchando esa música en la época de Youtube, y especialmente temas como ‘Starsturck’ evocan una frescura que es imposible de emular. Es el componente “cool” innato de un grupo que poco a poco puede convertirse en protagonista del efervescente movimiento punk que vibra actualmente en Reino Unido. Domino ya los ha fichado, lo cual no es poco de pavo.