Año agridulce para Billy Corgan, que ha visto cómo su cacareada superreunión con James Iha y Jimmy Chamberlin de la formación original de Smashing Pumpkins se veía ensombrecida por la ausencia de D’Arcy y todos los problemas de comunicación y dimes y diretes que esta provocaba. También por todos esos estadios de Estados Unidos que no han terminado de llenar o aquel momento en que parecía que no iban a visitar Europa aunque muchos intuyeran que, como The Cure, lo que iban a hacer a este lado del Atlántico era festivales el verano que viene.
En cualquier caso, han sacado un disco de media hora y 8 canciones que por su nombre parece la primera parte de algo, aunque no hay quien se fíe de Corgan y sus promesas de EP’s y futuras partes: a esto me remito. ‘Shiny and Oh So Bright, Vol. 1: No Past. No Future. No Sun’ es un disco entretenido y funcional, con momentos claramente pensados para esta gira de reunión, en el que la claridad de sus ganchos contrasta con el mejorable acabado de sus conceptos.
El disco tiene un título luminoso y con una canción luminosa se abre. ‘Knights of Malta‘ es toda una rareza en su discografía tanto por su apego a la americana, también con un coro góspel, como por una letra optimista que emerge incluso a través de figuras siniestras. Hay «culebras para tu puño» y «escarabajos en tu boca» pero lo que se repite hasta la saciedad son frases tan optimistas como «voy a hacer que esto ocurra» y «voy a volar para siempre». La repetición de textos es una de las máximas del disco y ese es el truco principal de ‘Travels’, que termina incorporando unos teclados bastante New Order. Y la electrónica no es ajena a los artífices de ‘Adore’, pero -de nuevo- pocas veces les han hecho sonar tan poco oscuros, tan alegres.
El problema es que otras canciones no siguen esa línea, haciendo que este EP suene algo inconexo, como una colección de viejos descartes con buenas ideas que no se han terminado de llevar al mejor puerto posible. Estamos acostumbrados a escuchar contrastes de rock y baladas en discos de Smashing Pumpkins como sucedía en ‘Siamese Dream’ o «Mellon Collie», pero ya que el grupo acaba de dar un par de pasos adelante en favor de la americana (como en un momento de ‘Alienation’), se habría agradecido que se explotara más esa vía. Al final, ‘Knights of Malta’ no es tan buena intro para el disco porque para cuando han sonado la casi metalera ‘Marchin’ On’ o el single ‘Solara’, más bien te has olvidado de que pertenece a este conjunto de canciones.
Por otro lado, algunas canciones como la misma ‘Solara’ suenan algo forzadas en la búsqueda de ganchos. Incluso por momentos facilonas y holgazanas. Y letras en la estela de «See love, see time / See death, see life», la de ‘Travels’, no es que añadan demasiado. Una pena, porque con otra secuencia o incluso dejando algunas de estas pistas para una parte de todo esto en la que peguen más, podría haber quedado un gran mini LP. ‘Silvery Sometimes/Ghosts’, así llamada en homenaje a The Cure, con su vídeo inspirado en Halloween, es una buena recreación del sonido ‘1979’, y ‘With Sympathy’ un medio tiempo de lo más agradable.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Silvery Sometimes/Ghosts’, ‘Travels’, ‘Knights of Malta’
Te gustará si consideras: ‘1979’ y «Bullet» sus mejores canciones, pero estás abierto a que hagan otras cosas.
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