Concha Velasco nos plantea un macabro espectáculo teatral: que asistamos a su propio funeral. Un proyecto personal en el que se ha implicado su hijo Manuel M. Velasco como autor y director de ‘El Funeral’, con la idea de hacer algo nuevo con influencias de obras como ‘El fantasma de la ópera’, ‘La bruja novata’ o ‘Aterriza como puedas’ y el deseo expreso de su madre de aparecer muerta durante la función.
La idea era hacer una comedia blanca y alocada, aunque no lo es, como le sucedía a Amanda Gris en ‘La flor de mi secreto’ de Almodóvar (“no sé escribir novela rosa; lo intento, pero me sale negra”). Y esta es negra sobre todo por los paralelismos innegables entre Concha Velasco y el personaje que interpreta, Lucrecia Conti, una actriz que ha fallecido cerca de los 80 años, y a cuyo funeral asistimos con capilla ardiente montada en el mismo lugar que la de Lina Morgan, el Teatro de La Latina. Presidida por un retrato enorme de la fallecida, con campanas tocando a muerto, coronas de flores, libro de condolencias, y pudiendo subir el público de las primeras filas para dar un último adiós al féretro descubierto -mientras se ubican en sus asientos los asistentes más rezagados-; la representación está creada en imagen y semejanza de lo que ya hemos visto en infinidad de telediarios en unos primeros minutos que bien se podrían haber encuadrado en una de las salas de teatro alternativo de la zona, con los asistentes participando en la función.
A todo este morbo hay que añadir un obituario jugoso que se atreve a englobar trabajos realizados en cine, teatro y programas en televisión junto a algunos acontecimientos de vida privada, anécdotas de personajes protagonistas con directores que nunca cuajaron, problemas de salud, y quiebras económicas que todos tenemos clavadas al detalle en la mente. No solo hablamos de la chica yeyé, de hace más de 50 años. ¿Cómo no recordar sus trabajos en cine con Tony Leblanc? ¿Su papel en películas como ‘Más allá del jardín’ basada en la novela de Antonio Gala, o en ‘París-Tombuctú’ de Berlanga? ¿Su largo historial en teatro con proyectos ambiciosos como ‘Hello Dolly’; obras como ‘La vida por delante’, dirigida por Josep María Pou; ‘La rosa tatuada’, de Tennessee Williams; la extraordinaria y premiada ‘Reina Juana’; o no hace tanto ‘CONCHA (Yo lo que quiero es bailar)’, y la tragedia griega ‘Hécuba’ en el Festival de Teatro de Mérida de Eurípides? ¿Su paso por televisión como Teresa de Jesús, su papel estelar en la serie ‘Herederos’, o en ‘Las chicas del cable’ en tiempos de Netflix? Si hasta ha hecho de Dorothy en la adaptación de ‘Las chicas de oro’ en la que también participó Carmen Maura. Un torrente que no deja de ser chocante por las semejanzas con Lucrecia Conti, también ganadora de un Goya, empeñada en no ser incinerada y en no figurar en el Museo de Cera.
El historial de Velasco es tan amplio que no resulta complicado encontrar algún tropiezo en su carrera, como sucede con la propia obra ‘El Funeral’, suplido por el carisma y la profesionalidad con la que ella resuelve toda escena: convirtiendo lo banal en ameno con el mismo espíritu que le conocemos de los medios de comunicación, derrochando optimismo, entusiasmo y ganas de trabajar. Una curranta nata, con tanto o más bagaje que muchos actores de la lejana Broadway, y que con esta obra estará en Madrid hasta el 20 de enero para seguir de gira hasta finales de año, planeando celebrar su 80 cumpleaños en noviembre en la representación de Melilla. Un día a día que no dista de la adaptación de ‘El viaje a ninguna parte’ de su admirado Fernando Fernán Gómez, donde un grupo de cómicos intenta adaptarse a los nuevos tiempos, mientras hacen representaciones por los pueblos. ‘El funeral’ no siempre está a la altura de las circunstancias debido a un libreto flojo y demasiado plano, a la caza de un humor que llega en contadas ocasiones, y a una puesta en escena por momentos desatinada, con el resto del reparto deambulando por el escenario de manera algo dispersa. Frente a estos peros, eso sí, Concha se alza de nuevo como una mujer apasionante y sin rival. Entradas disponibles en Ticketea.