En los últimos tiempos hablamos mucho de bandas nuevas como IDLES, Shame o Fontaines D.C. como salvadores del rock más contundente y aguerrido… y parece que nos olvidamos de bandas que llevan años en activo y demostrando su infalibilidad en tesituras muy similares. Pero ya sabemos que el pop vive de la excitación de la novedad constante. Una de esas bandas que lleva agitándonos física y mentalmente a base de voces, guitarras, bajos y baterías aporreadas al máximo de fiereza son Cloud Nothings.
El grupo de Dylan Baldi, con una formación ya más que consolidada, no había publicado un mal disco hasta la fecha, especialmente desde el brutal ‘Attack On Memory’, uno de los mejores discos de 2012. Y eso incluye ‘Here and Nowhere Else‘ y, pese a las críticas por su inclinación hacia el pop (“new age”, lo llamó Baldi), su penúltimo trabajo de estudio ‘Life Without Sound’, también muy notable. A finales del pasado año publicaron un nuevo trabajo, ‘Last Building Burning’, producido por Randall Dunn (Sunn O))), Wolves in the Throne Room) y que, en contraste con su predecesor, pretendía capturar la energía del directo en lugar de experimentar con sus capacidades en el estudio.
Este disco pareció quedar algo sepultado por la casi inabarcable vorágine de novedades del último cuatrimestre, y, pese a contar con buenas críticas (algunas muy buenas) tampoco eso se tradujo en una presencia destacada en los resúmenes de 2018 de la mayoría de publicaciones. ¿Significaba eso que el grupo de Cleveland había perdido el mojo? Nada más lejos de la realidad. Quizá ese afán por la novedad o por otro tipo de sonidos de temporada, lo relegara, pero ‘Last Building Burning’ vale mucho la pena.
Y es que ese afán por reproducir la vibración que el cuarteto alcanza en sus conciertos se traduce en una verdadera apisonadora sonora de hardcore punk rock como pocas. En poco más de media hora, Cloud Nothings nos cogen por las solapas desde el impetuoso arranque de ‘On An Edge’ y nos zarandean sin piedad hasta que termina el último segundo de la explosiva y casi luminosa ‘Another Way of Life’. Malencarados, sin tantos ganchos melódicos como en su anterior disco (aunque con los suficientes como para ser memorable) y con unas letras algo más oscuras que de costumbre (aunque Baldi habla del disco como una celebración vital), el grupo ruge tan alto como siempre en temas como las dinosaurjuniorescas ‘Leave Him Now’ y ‘Offer An End’, la atropellada ‘In Shame’, o una ‘The Echo of the World’ con cierto deje melódico a lo Death Cab For Cutie, que acabe en una espiral ascendente de ruido.
Aunque ninguna de ellas alcanza las cotas de energía, vibración y emoción de ‘Dissolution’, la verdadera gran joya de ‘Last Building Burning’. Una pieza sólo por la cual ya valdría la pena este disco, el perfecto ejemplo de cómo un grupo puede sonar nuevo y sorprender aún manteniéndose perfectamente fieles a sí mismos: en sus casi 11 minutos, Cloud Nothings se erigen en leyenda para los que seguimos escuchando tras esos tres primeros minutos de atribulado hardcore pop que nos introducen en una nube de feedback y platillos de la que sólo es posible salir dejándose llevar por la cadencia de esos redobles de batería que nos precipitan lentamente hacia una volcánica catarsis final. Una verdadera gozada que nos recuerda el calado de la obra de Cloud Nothings, que quizá en unos años sea puesta en valor.
Cloud Nothings están esta semana en España presentando ‘Last Building Burning’: el jueves, 21 de febrero, actúan en la Sala Dabadaba de Donosti; el viernes, 22 de febrero, en la Sala 0 de Madrid; el sábado 23, en La Marina de Valencia; y, por último, el domingo 24 en la Sala Apolo de Barcelona. Toda la info sobre entradas, en su página web.
Calificación: 7,9/10
Lo mejor: ‘Dissolution’, ‘Leave Him Now’, ‘The Echo of the World’, ‘Another Way of Life’
Te gustará si te gusta: Fugazi, Japandroids, No Age, IDLES
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