Xiu Xiu, con su gusto por las melodías disonantes, los ruidos, los gritos de terror y las letras sobre odiarse a uno mismo y en general por todo tipo de historias turbias, han solido hacer discos bastante oscuros, pero puede que se hayan superado con el último, ‘Girl with a Basket of Fruit’. Aparte de incluir títulos como “ataque de calabaza a papá y mamá” o una referencia a Mary Turner, una mujer que fue víctima de los linchamientos racistas de 1918 en el sur de Estados Unidos cuando se encontraba embarazada de 8 meses, el álbum ha llegado con un primer single bajo el brazo realmente aterrador.
‘Girl with a Basket of Fruit’ llama la atención desde el principio por su potentes percusiones tribales, a la que pronto se unen los gritos desesperados de Jamie Stewart. La sección rítmica es tan amenazante que parece que el propio Stewart huya corriendo de ella a medida que nos explica la historia de una chica que “se sienta en su bicicleta y flota en el espacio”, “come pepinillos a puñados” y usa su “teta caída de abanico para airear su “enfermizo olor corporal”. En otras escenas de la canción, unas ranas saltan hacia el ano de esta chica, se comen sus pulgas (los de ella, en su ano) o aparece un “rebaño de pollas erectas con alas de murciélago”. No, esto no es una historia de William S. Burroughs aunque lo parezca.
El gran mérito de ‘Girl with a Basket of Fruit’ es que Xiu Xiu han hecho de todo este delirio una de sus canciones más pegadizas en mucho tiempo. En el momento en que irrumpen sus percusiones, la canción es un verdadero asalto a los sentidos que no da tregua hasta el final. Steward ha contado en The Talkhouse que el tema es una reflexión sobre las maneras tan dispares en que hombres y mujeres mártires han sido históricamente representados en el arte: ellos rodeados de amor, ellas siendo brutalmente asesinadas. “Es peligroso ser una “chica””, apunta el músico.“Que le jodan al mundo”.