Egosex han querido reunir en un EP las cuatro canciones que habían publicado oficialmente hasta la fecha con el añadido de una canción nueva. ‘Spirit Disco’ es precisamente la pista que da título a este mini trabajo del trío ganador de la última edición del concurso Bala Perduda de Barcelona, compuesto por el diseñador nigeriano Wekaforé Jibril (cantante) y los barceloneses Hug Bonet (guitarra) y Lluís Campo (percusiones).
En ‘Spirit Disco’, Egosex ponen sobre la mesa una ruta muy clara del grupo que aspiran ser, y si algo quedaba claro ya durante su participación en Bala Perduda es que su currada estética afrofuturista -desarrollada en sus atractivos estilismos y puestas en escena y en las portadas de sus singles- está hecha para llegar a un público mucho mayor del que cabe en la sala Apolo. No tantos grupos emergentes poseen un concepto estético tan desarrollado con apenas cinco canciones en las plataformas de streaming y sin una discográfica detrás, pero Egosex saben desde el principio lo que quieren hacer. De hecho, Wekaforé no ha hecho sino trasladar a su banda la misma filosofía que aplica a sus diseños, en los que busca defender la estética africana como una «estética válida del futuro». En su propuesta musical, Egosex buscan conjugar los «matices» de la «espiritualidad africana» con las «herramientas contemporáneas» del dance y el indie-rock, y aunque sus canciones pueden recordar a veces tanto a la fusión de tecno y guitarras de Darkside como la voz de Wekaforé a la de vocalistas actuales como Moses Sumney, los chicos parecen haber dado con la tecla de un sonido cercano a lo propio. De hecho, ellos mismos lo han bautizado como «jungle trance blues».
Es una etiqueta apropiada: el dance-rock oscuro y atmosférico de ‘Spirit Disco’, con sus coros místicos y sus llamadas a «hacer un viaje al lugar más profundo» y a ser «quien eres de verdad», hace honor a su nombre… al menos en papel. Hay algo de trance sobre todo en la pista final ‘Big Fish’, que, como otras canciones del EP, incluye varias frases en yoruba y una fusión de guitarras y ritmos electrónicos; y mucho de blues en ‘Chamaleon’, que empieza con un cántico en igbo (un idioma nigeriano) para irse por las ramas de un soul-rock que podría haber interpretado Michael Kiwanuka de haberle interesado el afrofuturismo. Hay lugar por supuesto para la sensualidad en una canción que nos habla de cumplir «fantasías»: «seré la única magia alrededor, yo soy un millonario y tú una famosa actriz, tú me mientes a mí, y yo te miento a ti», canta Wekaforé antes de concluir: «aquí nadie juzga, solo hay lugar para la lujuria y la locura».
Sin embargo, ‘Spirit Disco’ vuelve a subrayar un problema que necesariamente sufren muchas bandas emergentes: la estética está muy clara, las canciones no tanto. En el EP, el grupo busca constantemente la atmósfera de lo místico, una magia que hipnotice a sus oyentes, pero aunque logra ambientes muy cuidados, sus composiciones raramente dejan huella. No, no es tal el «trance» al que nos somete ‘Big Fish’ y a la bailable ‘Fever (Last Night in Paris)’ le queda elevar mucho su temperatura para llegar a ser «febril». En este sentido, ‘Congo’ es claramente la mejor canción de Egosex hasta la fecha, una producción que, aunando frases yorubas y guitarras afro con un ritmo próximo al deep house y un mensaje de amenaza («no hay paz en el Congo, no hay compasión en la jungla»), da espacio a su estribillo más memorable y evocador. Es su canción mejor definida. Aunque las otras pistas de ‘Spirit Disco’ saben hacia dónde ir, lo cierto es que van perdiéndose un poco por el camino.
Calificación: 5,6/10
Lo mejor: ‘Congo’
Te gustará si te gusta: Darkside, Jungle, Moses Sumney, Kelela
Escúchalo: Spotify