Desde que en España manda el streaming, las cosas han cambiado en la industria musical: es un calvario conseguir un disco de oro para un álbum (20.000 unidades vendidas), pero es relativamente fácil conseguir un disco de oro para un single, pues equivale «tan sólo» a 5 millones de reproducciones dentro del territorio español. El de platino son 10 millones de reproducciones.
Incluso excluyendo Youtube, que no cuenta en Promusicae, España no deja de ser un país de 47 millones de habitantes y no es tanto calvario llegar a estas cifras de streaming aunque Los 40 Principales no te estén pinchando… si conectas con el público generalista a través de alguna vía viral. ‘La revolución sexual’ de La Casa Azul, ‘Dramas y comedias’ de Fangoria, ‘Fiebre’ de Bad Gyal, por supuesto ‘Antes de morirme’ de C. Tangana y Rosalía (y muchísimas otras canciones de ambos radiadas y no radiadas), ‘Perdona ahora sí que sí’ de Amaia y Carolina Durante, varias de Vetusta Morla o canciones antiguas como ‘Un buen día’ de Los Planetas superan los 5 o incluso los 10 millones de streamings solo en Spotify a nivel global (algunas tienen streamings destacables en México, pero a su vez hay que sumar los datos nacionales de Amazon Music, Apple Music, Deezer, Tidal…).
Izal han sido los más listos y han decidido hacerse una foto posando con todos los singles de oro y platino que acumulan. Son 7 en total, y no es ninguna sorpresa para nada, pues su álbum ‘Autoterapia’ lleva 79 semanas en el top 100 de streaming, pero es que además continúa en el top 20. Exactamente fue el 16º álbum más escuchado de la semana pasada (!).
En concreto, estas son las certificaciones históricas que celebran Izal:
– “Copacabana”: doble disco de platino
– “Pequeña gran revolución”: disco de platino
– “El baile”: disco de platino
– “Qué bien”: disco de platino
– “Pausa”: disco de platino
– “La mujer de verde”: disco de oro
Puede ser divertido que esta foto sea tendencia y pronto veamos imágenes similares de Guille Milkyway, tanto Pucho como Puchito o Amaia. Cuando el streaming remató la venta, pensábamos que este tipo de imágenes de los artistas posando con sus placas de certificación eran un sueño olvidado en el siglo XX, cuando no una fantasía de un sello que había distribuido más discos de los adecuados. Definitivamente, los streamings de singles parecen haber salvado mínimamente el mercado español, en los últimos años, en ligerísimo y timidísimo ascenso gracias a ello.