“Me pilla mayor” responde Candela, la jueza interpretada por (surprise) Candela Peña, a un personaje que le recomienda que cambie su actitud. Y la actitud de Candela, que no tiene necesidad alguna de encandilar al personal y sí de hacer bien su trabajo importándole tres mierdas lo que piensen, es un poco la “actitud” que podríamos adjudicarle a ‘Hierro’. Porque desde luego la serie no es la más novedosa; quizás, su mayor “novedad” es la que decía Peña en una entrevista, tener como prota a “una jueza con vestido estrecho, teta marcona y barriga”. “Si yo tuviera otro canon, siendo la primera mujer protagonista de una serie de Movistar, sería portada en muchas revistas femeninas. Y las dirigen mujeres”, se quejaba Peña. “Pues que no hablen de las mujeres del futuro porque no se responsabilizan por ellas. Las niñas que compran esa revista tienen que saber que son la hostia, estén en el canon que estén”. Pero, más allá de lo referente a su protagonista, es cierto que ‘Hierro’ no es especialmente novedosa, ni ambiciosa, ni pretende impactar de forma inmediata… y, sin embargo, recuerda a lo que nos pasó con ‘El Día de Mañana‘: ha sabido ganarse nuestro cariño más que muchas otras ambiciosas y (a priori) novedosas.
¿Pero de dónde sale ‘Hierro’? Para ello tenemos que retrotraernos a 2015, cuando Atresmedia se interesó en la idea que luego daría pie a esta producción, con vistas a incorporarla a la producción propia de laSexta. “Es un halago, me encantaría… problemas” fue un poco la respuesta un año después: laSexta canceló su línea de ficción tras el fracaso de ‘Refugiados’ y Antena 3 ya tenía suficientes thrillers (‘Mar de Plástico’, ‘Vis a Vis’, ‘Bajo Sospecha’), así que se canceló el proyecto. Pero los hermanos Coria (Pepe como creador de la serie, Jorge como director) no se dieron por vencidos y siguieron intentando sacar adelante esta historia sobre una jueza enviada a El Hierro y que nada más llegar se encuentra con el asesinato de un chico en el día de su boda, siendo su suegro el principal sospechoso… y también un poderoso empresario. Así las cosas, obtuvieron la colaboración de Portocabo (junto a ARTE France y Atlantique Productions) y, finalmente, el sí de Movistar a mediados de 2017. La serie recibía luz verde y se enfrentaba ahora a otro reto: demostrar que no era una whodunit más. Finalizada su primera temporada, podemos decir que lo ha conseguido.
Hay muchas cosas que funcionan en ‘Hierro’, empezando por su “nombre”: el uso que se hace de la isla es un ejemplo de cómo hacer las cosas cuando la localización de tu serie es “exótica” – es decir, cuando no es Madrid ni Barcelona. La dirección de fotografía a cargo de José Luis Bernal es estupenda tanto cuando seguimos el mundo interior de Candela y Díaz como cuando se trata de mostrarnos los espectulares paisajes del lugar, pero la isla no está ahí solo para situarnos: la cultura y costumbres de El Hierro, su ambiente y, OJO, su acento, están presentes en los distintos episodios, siendo el tema de La Bajada el ejemplo más claro. Aplausos también para su reparto: de Candela Peña poco hace falta decir, pues sigue siendo una de las mejores actrices de su generación, merendándose aquí su personaje y por poco el de Darío Grandinetti (magnífico como el ambivalente Díaz), pero una de las razones por las que ‘Hierro’ funciona tan bien es por sus secundarios.
Desde la familia de Díaz a los policías o los jóvenes, los secundarios cumplen un rol concreto de forma eficaz, y aportan una naturalidad que beneficia enormemente a la producción, destacando por supuesto la entrañable Reyes. Dos aspectos que podrían ser bastante caricaturescos (el amargo giro de guión y el loquísimo personaje de Antonia San Juan) acaban siendo en cambio dos puntos (muy) positivos de la serie, y de hecho San Juan está simplemente diosa con su pérfida narco. Sí que podemos cuestionarnos otros aspectos, como la necesidad de la subtrama con el hijo de la jueza (hay formas de mostrar vulnerable a una mujer sin que tenga que ser como madre, y de hecho las charlas con el encargado del restaurante funcionan mejor y son más sutiles, por no hablar del suceso que ocurre en el tramo final), pero son asuntos menores dentro del estupendo contenido de una ‘Hierro’ a la que no le hace falta un continente llamativo. Y la prueba está en que, aunque el público ha tardado más en descubrirla, se ha acabado enamorando de la serie igualmente… hasta el punto de provocar su renovación por una segunda temporada, anunciada hace un par de semanas. Esperaremos con ganas el nuevo caso de la Jueza Candela. 7,5.