Si entendemos bien la pretensión de la ilicitana y su equipo, ‘Quimera’ arranca con una primera mitad más ortodoxa en cuanto a producción, a cargo de Ismael Guijarro (habitual colaborador de Rozalén) y representada por el que fue segunda avance, la soporífera ‘Caronte’; y una segunda en la que participan artistas con una visión más contemporánea. Es ahí donde cabe ‘Medusa’, claro. Y también algunos de los momentos más interesantes del disco: sobre todo ‘Inanna’, un sensual número de soul moderno á là
Rihanna, co-escrito y producido por InnerCut y Vic Mirallas; pero también la popera ‘Eco’ (produce Mon Dvy, proyecto en solitario del batería de Yawners).Que esto no se entienda como que lo teóricamente moderno mola y lo a priori menos audaz no. Hay auténticos tostones que no transmiten nada en ambas caras: ‘Hestia’ y ‘Ares’ –dueto con Pol Granch que cierra el disco– lo son, por más que aludan a un gastado trip-hop; y al contrario, en la primera parte hay números como ‘Asteria’ y ‘Aura’ que despiertan (es un decir) tantos bostezos como ‘Caronte’. Pero también hay cosas interesantes en su equilibrio de sonidos acústicos y producciones más elaboradas y arriesgadas que la media: por ejemplo la propia ‘Quimera’, que abre el disco, con una electrónica cuca combinada con percusiones y coros sutiles, el buen ejercicio de blues contemporáneo que supone ‘Niña’ o el interesante post-bolero ‘Lux’, que por momentos recuerda al enfoque artístico de la belga Angèle. Se ve beneficiada, además, por cierta sobriedad interpretativa, tras haber aprendido a controlar los gorgoritos de su voz mucho mejor que en el concurso.
Y si en lo musical ‘Quimera’ se sostiene razonablemente bien con ese equilibrio, peor parado sale en el aspecto lírico. Reche –se percibe y agradece que haya hecho un esfuerzo por contener esa vocalización que en TV resultaba muchas veces ininteligible– emplea una curiosa mezcla de lugares comunes (‘Hestia’; el sampler de ‘Desayuno con diamantes’ de ‘Quimera’ es de eye-rolling) con frases tan pomposas y delirantes (“pensaba levantarme, hacerte un trono y quemarlo como a todos”) que acaban siendo tan divertidas como el empleo de lenguaje popular (esos “pa”, esos “ojicos”, decir «äffäïres» –!–). Mejor cuanto más honesta y directa (“a mí lo romántico me hace sufrir”), la mascarada de disfrazar cada tema con una referencia a la mitología griega (quizá buscando resaltar, de manera algo innecesaria, su formación en Bellas Artes) termina pareciendo caprichosa y hueca. Aunque las comparaciones sean odiosas, hay que decir que por el momento queda a la sombra de su compañera y amiga Natalia Lacunza como la artista a seguir del último OT.
Calificación: 5,7/10
Lo mejor: ‘Medusa’, ‘Inanna’, ‘Lux’, ‘Quimera’, ‘Niña’
Te gustará si te gustan: Natalia Lacunza, Jessie Reyez, Sabrina Claudio, India Martínez
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