Contra todo pronóstico, hace tiempo que el chándal se ha instalado entre músicos sobre todo gracias a la música urbana, por mucho que Rusos Blancos se empeñaran en hacer del grito «Nosotras no llevamos chándal» una de las cumbres de su carrera (‘Supermodelo’ llegó a aparecer en ‘Física o química’ aka FOQ). Y ahora una superbanda llamada Chaqueta de Chándal, formada por gente que estuvo en Surfing Sirles, Santa Rita y lo:muêso, ha debutado con un disco llamado ‘Gimnasia menor’. El grupo, que ha pasado un par de veces por nuestra playlist de música nacional y latinoamericana Sesión de Control, está despuntando sobre todo con ‘El amigo del mal’ y un tema llamado ‘A moderno resabiado no le mires el dentado’.
No es el mundo de qué es «moderno» y qué no, qué es «underground» y qué no, el más actual que me puede venir a la mente. No estamos en 1994 ni en 2003. Sin embargo, estos debates siempre apasionarán a algunos, y la verdad es que a Chaqueta de chándal le ha salido un gran pepino de base kraut que sí, «pasa del Primavera Sound», se desinteresa por «lo vulgar, quinielas, Sálvame y Bisbal» y rima «acro-yoga» con «estar en boga», pero podría hablar de vampiros, caballos o física cuántica, que funcionaría exactamente igual.
El grupo formado por Guillem Caballero, Alfonso “Pocho” Méndez y Natalia Brovedanni se sirve de las sonoridades de la psicodelia sesentera tanto en voces y armonías como en efectos, mientras el vídeo subraya el carácter satírico de nuestro protagonista, jugando con la autenticidad y la hipocresía de la industria musical. Tras pasar por Sidecar en Barcelona, Chaqueta de Chándal actúan el viernes 29 de noviembre en la Sala Wurlitzer de Madrid.