Lidia Damunt / Nacer en Marte

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Lidia Damunt / Nacer en Marte

El año pasado la fascinante/desquiciada ‘El túnel’ daba la impresión de que el siguiente disco de Lidia Damunt sería un nuevo vuelco a su sonido tras el austero ‘Telepatía’, como ya lo fue en su momento ‘Vigila el fuego’ –también con Hidrogenesse implicados, por cierto–. Y ‘Nacer en Marte’, producido por Sergio Pérez (Svper), es efectivamente un cambio de paradigma para ella, aunque ni mucho menos un volantazo en su dirección que aquella colaboración con el singular dúo hacía presagiar. Pero que, más de una década después de su debut –al margen del icono underground que fueron Hello Cuca, claro está–, conserve sus señas de identidad en cada disco es, creo yo, una de las mejores virtudes de la murciana.

Eso y, claro está, las canciones, que en este nuevo disco emergen con melodías esforzadamente directas y diáfanas. ‘Nacer en Marte’ es, muy probablemente, el disco más canónicamente pop de Damunt. Ya lo probaba el tan vibrante como emocionante avance ‘Tu presencia’. Pero el esmero por melodías más redondas y prístinas –lejanas al estilo “trovadoresco” de sus orígenes– es incluso más prístino en temas como la preciosa ‘Tú me das’ –que presume de un gancho casi radiable– o una ‘Sucesos’ que presume de una energía realmente contagiosa. No podemos hablar exactamente de «espíritu mainstream», pero sí de que se perciben las ganas de enganchar y gustar.

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Lo que no es en absoluto ortodoxo ni simple es la aproximación estética que Lidia, con la ayuda de Sergio, ha hecho de esas canciones. Porque, aunque de nuevo todo parte de un núcleo eminentemente acústico, ‘Nacer en Marte’ presume de cierto maximalismo sonoro. Primero y sobre todo, haciendo guiños tanto a ritmos contemporáneos como el R&B –muy claro en ‘Esta emoción’ y en las “paraditas” de ‘Felicidad’, donde casi coquetea con el rollo de ¡las Haim!– como al folclore latino que estaba tan presente en su disco de versiones ‘Gramola’ –la fantástica ‘La equilibrista’ tiene algo de dub y de cumbia–.

Y segundo y más importante (en tanto que es lo que da cohesión a todo el disco), esa profusión instrumental se plasma en unos llamativos y elegantes diálogos entre lo acústico y eléctrico, con un uso significativo de efectos y pedales que se retan en fascinantes contrapuntos sonoros. Esa estética, entre lo sofisticado y lo rústico, está presente en buena parte de los cortes. Incluidos aquellos en los que la “esencia Damunt” resulta más reconocible, como ’Medicina’, ‘Sin aliento’ o la divertida ‘Bella y bestia’, que retrata la relación incomprendida entre dos outsiders. Lo cual nos lleva a referirnos a las letras de ‘Nacer en Marte’, que también difieren un tanto de su línea habitual: son las más íntimas que haya escrito –fruto, explica, de una gran crisis personal– y su manera de enfocar las relaciones, sin renunciar al humor –genial el juego que da nombre al disco, ese «y si la balanza me lanza a otra parte / yo no quiero amarte / Prefiero morirme / y nacer en Marte / Amarte no»–, buscan más la emoción que la reflexión.

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Así pues, ‘Nacer en Marte’ es un significante paso más en la carrera de una Lidia Damunt, en la que prima tanto la fidelidad a sí misma como la evolución artística. De hecho, su portada –un retrato de Lidia con la cara cubierta por pintura plata metalizada, encarando el futuro pero desde el posicionamiento naif de la imaginería de la ci-fi de los 70– no podía resultar una mejor metáfora de su contenido. Y, de hecho, ya estamos deseando ver hacia dónde la lleva su actual alianza en directo con Betacam y Clara Collantes, porque la cosa promete. Ambos la acompañarán en las presentaciones en directo de este nuevo disco que ofrecerá el 11 de diciembre en Madrid (Sala El Sol) y el 14 de diciembre en Barcelona (Sala VOL).

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Tu presencia’, ‘La equilibrista’, ‘Felicidad’, ‘Tú me das’, ‘Sucesos’
Te gustará si te gustan: Espanto, Single, Hidrogenesse.
Escúchalo: Spotify

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