En los últimos años, y debido a la mala salud de la venta de discos físicos, la industria musical ha experimentado un repunte de la venta de «bundles», que se refiere a la práctica de vender CDs o descargas junto a entradas para conciertos u otros productos de merchandising como camisetas, gorros o cadenas. Este año, numerosos artistas que han sido número 1 en el Billboard, como Taylor Swift, Post Malone, Vampire Weekend, Madonna, Tyler, the Creator o Billie Eilish, lo han sido en parte gracias a los «bundles». En algunos casos, la venta de discos se ha convertido en una cuestión ya no de quién ha hecho el disco más popular, sino de quién ha anexado a él los productos más atractivos. Artistas como Taylor Swift o Travis Scott han sido de los más atrevidos al poner a la venta «bundles» con la inclusión de discos cuya fecha de lanzamiento aún no había sido anunciada (‘Lover’), o de entradas para conciertos cuyas fechas aún se desconocían (Travis Scott).
Billboard lleva tiempo recibiendo críticas por esta práctica incluso por parte de artistas a los que les ha perjudicado aún habiéndola ejercido también, como Nicki Minaj (que fue top 2 por culpa de Travis Scott) o DJ Khaled (que logró igual posición por culpa de Tyler, the Creator). Estaba claro que el éxito del «merchandising» no podía reflejar la verdadera popularidad de un disco, y el portal norteamericano ha anunciado que cambiará las reglas de su clasificación de ventas para ajustar más sus resultados a la realidad.
El cambio se hará efectivo a partir del 3 de enero de 2020 e incluye los siguientes requisitos: los productos añadidos al disco como parte de un «album bundle» deberán poder comprarse también por separado a través de la misma web; en caso de estar disponibles por separado, el precio de los productos deberá ser inferior al coste total del «bundle»; y la compra de estos productos podrá efectuarse solo directamente a través de la web del artista; es decir, ya no podrán urdirse acuerdos extraños con terceras partes que permitan a artistas como Taylor Swift despachar copias de un disco junto a pizzas. Y en todo caso, la venta de un disco dentro de un «bundle» contará en el recuento de Billboard solo cuando el disco o su descarga hayan sido enviados al comprador (es decir, cuando los detalles de este ya sean públicos).
De manera interesante aunque quizá algo tardía por su aparente obviedad, Billboard impedirá que ciertos descuentos tramposos consigan que un álbum compute en sus listas asegurándose de que el precio mínimo que necesita un disco para contar en ellas (3 euros aproximadamente) está integrado en el de los «bundles». Es decir, si un «bundle» sin CD cuesta 30 euros, con el CD deberá costar 33, así la venta de un álbum será segura y por tanto computable, dentro de estas nuevas reglas.