The Big Moon / Walking Like We Do

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The Big Moon / Walking Like We Do

Ya ‘Love In The 4th Dimension‘, debut de The Big Moon, mostraba que tras su vibrante energía, había matices que hacían atisbar cierta complejidad y profundidad en sus canciones, cierta madurez. El segundo trabajo del cuarteto femenino londinense, ‘Walking Like We Do’, parece querer expandir esa vena, como partiendo de la recta final de aquel disco de 2017, en la que mostraban una faceta más reflexiva. Y, con un sonido muy matizado por Ben H. Allen III (M.I.A., Animal Collective, Gnarls Barkley), The Big Moon casi parecen un grupo diferente.

Uno en el que las guitarras afiladas y sucias que acentuaba la producción de Marika Hackman pierden peso en favor de teclados, arreglos vocales –las armonías de Juliette, Fern, Soph y Celia pasan a ser su gran marca– y, sorprendentemente, de vientos y percusiones. Así, se aproximan un poco a la nueva ola y se acentúa cierto groove soul-R&B que remite, por ejemplo, a su compatriota Self Esteem, la ex-Slow Club Rebecca Taylor. Es, a todas luces, un acierto cuando Juliette Jackson, cantante (más afianzada y mejor en ese papel, hay que señalar) y compositora de todas las canciones, da con la tecla melódica, como sucede en los singles ‘It’s Easy Then‘, ‘Your Light‘ y ‘Take a Piece‘ y se replica bien en ‘Barcelona’ –como epítome de una ciudad paradisíaca a la que emigrar, por paradójico que resulte para nosotros–, ‘Holy Roller’, ‘Don’t Think’ y la épica para bien ‘A Hundred Ways to Land’.

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Esa madurez en lo musical va en consonancia con las estupendas (sin duda mejores) letras de Jackson, que abordan con elegancia la injusticia de un sistema basado en el triunfo a costa de los demás («Siempre hay alguien ahí jodiendo a otro / pero solo vemos lo que queremos ver», ‘Dog Eat Dog’), en el que la tristeza parece inadmisible («Estoy harta de ser competente / Necesito un espacio para ser vulnerable», ‘It’s Easy Then’), que nos arrastra inmisericorde («Este planeta nunca necesitó gravedad para hundirte», ‘Your Light’) y nos obliga a crecer porque sí («Mientras yo hacía el tonto / tú estabas ocupad@ madurando», ‘Why’). Pero, eso sí, sin olvidar dejar un halo de esperanza («En días como este / olvido mi oscuridad / y recuerdo tu luz, recuerdo tu luz», ‘Your Light’) ni perder ese sano punto de comicidad socarrona del que ya presumían antes. Sin embargo, esa teórica madurez sonora juega una mala pasada a The Big Moon, básicamente porque cuando las composiciones no rayan a esa altura, ‘Walking Like We Do’ se vuelve anacrónico y, peor, inofensivo. La impresión es que resultará muy difícil recordar temas como ‘Dog Eat Dog’, ‘Why’, ‘Don’t Think’ –las dos últimas con cierta querencia por los Blondie más blanditos– o ‘Waves’ dentro de una o dos semanas, cuando la idea de volver a este disco parezca poco probable. Pero, sobre todo, se echa un poco de menos aquel punto de electricidad alocada y desaseada de sus inicios.

Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘Your Light’, ‘Take a Piece’, ‘A Hundred Ways to Land’, ‘It’s Easy Then’, ‘Barcelona’
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Escúchalo: Spotify

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