Música

Rosalía en Eurovisión: un sueño húmedo, un desprestigio, una estrategia, una esperanza

Ni el paso de Blas Cantó por Operación Triunfo frente a un par de millones de espectadores ha logrado levantar el vuelo de ‘Universo’, que continúa sin pasarse ni a decir “hola” por el top 100 de singles oficial de nuestro país. La actuación ha aparecido en medios porque el bueno de Blas presumía en redes de haber cantado en directo cuando algunos triunfitos lo habían puesto en duda, pero aparte de eso, si te he visto no me acuerdo.

Esto se traduce en que, de nuevo, estamos mandando a Eurovisión para representar a España una canción… que no ha gustado especialmente en España. Después de lo de ‘Lo malo’, lo malo de verdad es que seguimos sin aprender nada. Cual humano incapaz de dejar de tropezar en la misma piedra, el ente público ha recurrido al dedazo para la candidatura 2020 tras el resultado decente, nunca espectacular, obtenido por Pastora Soler hace unos años; pero olvidándose de testar la canción de alguna manera y olvidándose, otra vez, de que puede presentar una canción que ya haya funcionado comercialmente en España, siempre que date de los últimos meses del año anterior. Si algo no nos gusta a nosotros, ¿cómo queremos que les guste a nuestros vecinos? Y mira que con la moda del huracán latino hay canciones en España que tienen posibilidades fuera de España. Ya lo dijo un sabio comentarista de Wiwibloggs: «España mandará un reggaetón cuando la tendencia ya esté muerta y enterrada».

El caso es que a fuerza de buscar en las listas españolas si ‘Universo’ realmente le ha gustado a alguien, he topado con el mes de vacas flacas de Rosalía: ‘Juro que’ ha bajado 64 puestos en 2 semanas. Entonces he recordado aquel bonito día en que ella, la mismísima, dijo que no descartaba ir a Eurovisión, cumpliendo el sueño húmedo de casi todo eurofán. «¿En serio?», se preguntará el mundo. Sucedió en El Hormiguero, donde indicó simplemente que “dependía de muchas cosas”. De hecho, está documentado, pues lo dijo César Vallejo de RTVE, que la cadena llegó a pedir a Rosalía presentarse en 2017 pero ella declinó porque estaba grabando ‘Los ángeles’.

Los ángeles’… Sé lo que estáis pensando. Si Rosalía rechazó ir a Eurovisión cuando estaba grabando ‘Los ángeles’, ¿qué no rechazará después de ‘Malamente’, ‘Con altura’, Glasto, Coachella, dos ceremonias MTV, una de los Grammy-Grammy y casi un millón de euros de acuerdo con Pull & Bear? Pedirle a Rosalía ahora mismo que vaya a Eurovisión sería como pedirle a Cardi B que resucitara el Festival de la OTI solo para que sus ancestros dominicanos echaran la tarde. Sé de otra que no acabaría con su tusa ahora mismo si le dijeran que ha de representar a Colombia en el festival dos veces ganado por Francisco. ¿»Francisco el de San Francisco?», me la imagino respondiendo.

A pesar de que su audiencia no decae y sigue siendo tan estratosférica que da miedo; a pesar de que en los últimos años el certamen ha dejado hits internacionales dignos sin ni siquiera necesidad de ganar, como ha sido el caso de ‘Fuego’ y ‘Soldi’, Eurovisión está muy lejos de conseguir el prestigio que tuvo en los años 60, cuando España sí envió a sus mayores exponentes nacionales e incluso internacionales; o en los 70, cuando Abba se presentaron hasta dos veces. Rosalía todavía no ha vendido los discos que Abba, Julio Iglesias o ni siquiera Raphael, ¿y alguien recuerda que casi, casi mandamos a un cantautor del renombre de Joan Manuel Serrat? Sin embargo, después del tercer puesto de t.a.t.u., que desde luego no tuvieron el reconocimiento crítico internacional de Rosalía, pocos países han decidido mandar estrellas relativamente reconocibles. ¿Bonnie Tyler? A buenas horas. ¿Hooverphonic? Mangas verdes. ¿Sébastien Tellier? Nos vemos en “¿Qué pasó con…”. ¿Jay-Jay Johanson? Nice try

!

Durante años, y sobre todo después de la posición nada excelente que conseguía la excelente canción de Barei, se ha insistido mucho con que España tiene que llevar algo que la represente. Dando por perdida la guerra de que España también ha sido Ibiza y ha sido Ruta del Bakalao, el éxito crítico de Rosalía en medios europeos tan seminales como The Guardian es la culminación de esa idea: llevemos algo moderno, pero nuestro. Por eso su nombre sale de vez en cuando reivindicado como posibilidad en redes y medios, pese a que si desde luego entendemos Eurovisión como el festival de Chikilicuatre, Rosalía luciría tan cómoda por allí como su fan Gabriel Rufián en la cadena de bares de Bertín Osborne.

¿Qué tendría que pasar para que Rosalía le cante un ’Yo x ti, tú x mí’ a la UER? Meter el certamen en su agenda, con todos los preparativos, pre-giras y promoción que conlleva viene a ser como meter un elefante en una nevera. Las risas de Sony habrán resonado en todo el mastodóntico edificio de Castellana, 202, si RTVE ha osado siquiera plantear esto en 2020. Quizá deberíamos suspirar con la única posibilidad real: que Rosalía presente una canción co-escrita y co-producida por ella, pero solo para que la interprete otra persona con un mínimo de dignidad. Ya ha escrito para Ana Torroja, aunque apenas Livinlargeinvenus se acuerden; sabemos que hay un tema de ambas sin salir; y no es tan raro que tal inquietud figure en su agenda: las canciones que suenan en Eurovisión pueden tener grandes beneficios editoriales. Esa es nuestra verdadera «esperanza»: que escriba y produzca algo medio digno, mano a mano junto a alguien solvente que además lo lleve a cabo. Por decir alguien fácil, Lola Indigo. También quizá podría ir a realizar un intermedio como el de Justin Timberlake o Madonna, pero eso nos lleva a una última cuestión. Una paradoja casi: Rosalía no es famosa en Europa.

A diferencia de Álvaro Soler, que ha trabajado en profundidad países como Alemania, Austria, Suiza o Polonia, Rosalía se ha concentrado en intentarlo en Estados Unidos, quizá por su tamaño, por su proximidad a América Latina y por la confianza que mostró en ella aquel magnate de Sony USA. Los rumores apuntaron en cierto momento a un dúo con Beyoncé, pero ojo porque Beyoncé lleva tiempo con dificultades para valerse por sí misma en las listas de singles. Y es curioso que mientras gente como Maluma o J Balvin penetren con facilidad en listas italianas o francesas, Rosalía no lo haya conseguido en países vecinos. Esa debería ser la verdadera tentación de la cantante para plantearse siquiera la opción. La estrategia. Su colega Dua Lipa no va a representar a Reino Unido porque ya es conocida en toda Europa, pero a ella no le vendría nada mal que su nombre sonara ante un público masivo en Holanda, Suecia o Alemania, para hacer clic a alguien que no sea superfán de los Grammy y Pitchfork, español o amigo de españoles.

No es tan fácil cuando no procedes de las islas y no hay más que recordar las palabras de France Gall cuando ganó el certamen con una composición de Serge Gainsbourg: “Eurovisión me puso en el ojo del huracán. Vendí 3 millones y medio de discos, fui número 1 durante 2 años, viajé por todo el mundo y canté en todos los idiomas posibles”. Rosalía ya ha conseguido algunas de esas metas, pero no todas. ¿Acaso hay mejor manera de sonar de repente y a la vez en toda Europa que esta?

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Publicado por
Sebas E. Alonso