Bravo Fisher! actúa este viernes 6 de marzo en Madrid (entradas, aquí) para celebrar su regreso al redil del pop. Su nuevo disco ‘Amor’ es, después de la oscuridad de ‘Solos’, un regreso al color, claramente manifestado en singles tan redondos como ‘Yayito’ con La Bien Querida, ‘Proyectil’ con Rocío Sáiz (Chillers, Monterrosa) y ‘Huracán Carla’. Hablo con Guillermo Galguera sobre cómo ha llegado a este sonido que mezcla guitarras eléctricas con Autotune, y a ver una ruptura de otro color tras varios años de terapia. De vez en cuando se ríe pero su semblante serio nunca termina de irse. El cantante compone hits de superestrella pop, pero no puede mostrarse más humilde. Foto: José Señorán.
¿De qué va este disco, que se llama ‘Amor’ y no ha salido por San Valentín por los pelos?
Ha sido casual, aunque en San Valentín salió el videoclip. El disco lo compuse en julio del año pasado y ya sabía que se iba a llamar ‘Amor’. Pensé que salía en noviembre, pero lo típico, se fue retrasando.
Dicen que noviembre es un suicidio para un artista nacional que no es un gigante.
Dicen que octubre es muy pronto, y mayo es muy tarde. Tengo la sensación de que voy tarde para todo.
Febrero está bien para tocar en festivales.
Dicen que cierran todo en septiembre.
No vas a tocar en festivales…
No tiene pinta.
En el disco hay canciones de recreación en el amor, pero hay un par más negativas y tristes, como ‘Pierdes’, en la que canta Borja…
Es más revanchera. El disco va sobre el amor, había salido de una relación cuando lo compuse, el 50% es amor y desamor, pero el otro 50% es sobre otro tipo de amor porque empecé a ver el amor en otras cosas. Hay diversos tipos de amor.
Casi todos los discos van sobre el amor, realmente, no sé si este es más concreto que otros…
‘Solos’ no podía haber tenido otro título. Lo concebí bajo la soledad. Estaba en una época complicada. Y en este, a pesar de estar en plena ruptura, lo he vivido de otra manera. Por eso es más luminoso, más pop. Quería dejar de experimentar por caminos en que no estaba cómodo. No acababa de ser yo, había un choque entre lo que a mí me gusta y lo que sale cuando me pongo a componer, que es más pop. James Blake me gusta, mola, pero es menos yo. Es menos natural.
Además, te fue peor.
Me fue peor.
Pero yo te veía cómodo. Me costó, pero mostraba tus ambiciones. Me moló el rollo Ed Is Dead. Pero ahora has vuelto al redil.
Sí, es una vuelta a ‘El Valle Invisible’, pero más contemporáneo, más 2020, menos ochentero.
«Quería dejar de experimentar por caminos en que no estaba cómodo. No acababa de ser yo»
Autotune es una baza del disco, representa el sonido del pop de hoy, y lo has mezclado con otros elementos: sintetizadores 80’s y guitarras. ¿Cómo has llegado a este sonido? ¿Te define?
Cuando compuse, probé a jugar con sonidos en una pedalera. Tenía el Autotune, empecé a probar y me gustó mezclar muchas guitarras -que yo quería que fueran incluso más densas- con Autotune. Son cosas que no se habían mezclado tanto, aunque ahora hay grupos como Cupido. Seguro que en unos años nos arrepentiremos de tanto Autotune. Ya viene una corriente de pop sin Autotune. Como Cariño. Casero, la chica de Mow, es pop juvenil, desgarbado, sin Autotune.
Yo creo que los que ahora usan Autotune en 5 años sabrán cantar, pero los nuevos usarán otros filtros.
Mucha gente ha empezado a cantar con el Autotune ya puesto. No sé qué pasará si se lo quitan. A lo mejor la gente se cansa, no lo sé.
¿En directo llevas Autotune?
Sí, es divertido. Los fans muy acérrimos me dicen que por qué meto tanto Autotune. En directo debería contenerme un poco porque a la gente no sé si le va a gustar un concierto de 80 minutos así.
¿Qué escuchas con Autotune?
Cupido mola mucho, todo lo que es más trapero, C. Tangana, Pimp Flaco, Kinder Malo… Tampoco mucho más.
Al cantar es un recurso, y no un alivio…
Sigo en clases de canto. Estoy contento con mi voz con y sin Autotune. Es como haber metido muchas guitarras: un recurso que no sé cuánto tiempo durará. Tengo miedo de en el futuro pensar que he estropeado un disco con demasiado Autotune.
En una nota de prensa recalcabas la importancia de las voces femeninas en el disco, pero hay una que es masculina, ¿y eso?
Mi idea original era que todas las canciones fueran colaboraciones con mujeres, pero al final solo salieron 4 o 5. Las cosas que escucho son mujeres en un 80 o 90%. Compuse todas las letras y empecé a mandar canciones, pero no era para que la voz femenina representara a la mujer, se trata de que hay dos tesituras distintas de voz, como en The xx, que nunca he pensado que fuera un diálogo. Además, mi voz es un poco femenina, me dicen que no es muy varonil, no buscaba un diálogo chico-chica. Todas las canciones las he escrito solo, eran maquetas en que yo cantaba de principio a fin. No tenía en mente que la voz invitada fuera como una respuesta.
Al hablar de los traperos, has dicho solo chicos…
Es verdad, pero antes estaba mirando las 10 canciones que más había escuchado en 2019 y la mayoría eran chicas: La Bien Querida, Cariño, FKA twigs, Anni B Sweet, Brigitte Laverne, Charli XCX…
«Subterfuge es como una novia con la que lo has dejado pero con la que te llevas bien»
¿Dónde está metida Brigitte Laverne? Me encanta y no sale por ningún lado.
Iba a hacer ‘Laberinto’ en mi disco, pero tiene pólipos, que es peor que los nódulos, la tienen que operar. Al final canta Fatal Tiger, que está en la misma agencia que yo, la he visto en directo y me gusta mucho. Íbamos a ser los tres.
Era tipo poliamor.
Esa canción habla de amor hacia uno mismo. También pregunté a Viva Suecia, Neuman…
Ambos de tu ex sello Subterfuge, luego tenéis buena relación…
No tengo relación pero por Twitter nos ponemos cosas de buen rollo. Es como una novia con la que lo has dejado pero con la que te llevas bien.
Este disco les hubiera encajado más que ‘Solos’.
Probablemente, pero las cosas conmigo salen así, no son premeditadas. Van pasando cosas, voy sacando canciones y va pasando lo que tiene que pasar. Soy un poco desastre en ese sentido.
Pero en programar todo como duetos hay algo de estrategia.
Eso sí, dije «vamos a intentar hacer ruido». Honestamente sí. Aunque el primer single es sin featuring, ‘Huracán Carla’.
La Bien Querida hace un montón de cosas, casi a lo Nicki Minaj, ¿es accesible?
Conmigo lo fue, ¡es La Bienque! No sabía que hacía tantas colaboraciones. Conozco la de Carolina Durante y las de Los Planetas. Me habló una tercera persona, me dijeron que era muy maja, «¡seguro que se enrolla!». En ‘Huracán Carla’ hablaba de ella, pero cuando la compuse, La Bienque no me había dicho que sí. Le escribí por Insta o por Facebook, y me dijo: «si me gusta la canto». Le mandé 3, escogió 1, vino al estudio y se implicó un montón, me dijo que quitara una parte instrumental, que el estribillo llegara antes, y quedó como dijo ella.
Llamándose el disco ‘Amor’ y con tanta voz sobre todo de chicas, sí que parece un poco un disco como de parejas.
Por eso quería insistir en que no solo era sobre parejas. También están mis padres o mis amigos, que me dicen siempre que por qué no les dedico una canción. No me la imaginaba, pero han sido tantos años y me han apoyado tanto, que al final lo he colado.
¿Es en la que hablas de un amor de 20 años, ‘Santo y seña’?
No, esa es sobre mi pasión por la música, que siempre está ahí. La que les dedico es ‘Las últimas horas’, que va de que si mañana me dicen que me muero, con quien me quiero quedar es con mis amigos y con mi familia. A día de hoy.
Esa canción no es una canción de rock, ni deliberadamente sucia…
En esa canción se consigue llegar a las guitarras que quería, pero en ‘Yayito’ no. Yo quería que sonaran todavía más y eso que una de las críticas que he recibido es «tienes a La Bien Querida» y no se os oye. Pues yo quería que sonaran aún más.
«Hace 4 o 5 años que mis amigos me llaman Yayo Fisher porque no salgo, me quedo en casa siempre. No voy a festivales, no bebo, no me drogo, soy muy relajado (…) Me ha dejado de interesar la noche»
¿Desde cuándo trabajas con tu hermano en la producción?
Desde siempre, y hace tiempo que toca conmigo en directo. Es el co-productor aunque este disco es el que menos ha cambiado respecto a las maquetas. Él ha hecho que suene mejor pero no distinto. No hay instrumentación extra, suena fiel a la maqueta, quería que las canciones tuvieran 4 o 5 elementos: bajo, voces, percusión y muy pocos arreglos, sin cosas que distraigan. Que molara solo por las canciones, no por la producción como en ‘Solos’, donde la producción era todo prácticamente. Casi no hay introducciones, la voz entra muy rápido.
¿Qué es un Yayito?
Yo soy Yayito, el yayo. Hace 4 o 5 años que mis amigos me llaman Yayo Fisher porque no salgo, me quedo en casa siempre. No voy a festivales, no bebo, no me drogo, soy muy relajado. Antes era todo lo contrario. Ahora leo mucho, veo muchas series y muchas pelis. Voy al cine.
¿Qué estás leyendo?
La primera novela gráfica que salió en los 70 de Will Eisner, ‘MAUS’, ‘Persépolis’…
Es tremendo lo pronto que se empieza a decir «estoy mayor» (Bravo Fisher tiene 36 años). Mis amigos, igual, no se lo quitan de la boca.
El alcohol no me sienta muy bien, las drogas tampoco. Dejé de fumar hace 4 años. Estás ahí con tu agua… mis amigos a las 2 de la mañana están muy high y yo ahí tranqui. Tener ahí a un tío gritando, por mucho que le quieras… Me ha dejado de interesar la noche.
Has hablado hace años con naturalidad de antidepresivos, psiquiatra, salud mental… Entiendo que todo eso mezclado con alcohol, bueno no es. El alcohol es además un depresor.
Tardas en aprender que no casa bien, porque quieres seguir bebiendo y no es bueno con antidepresivos o con un Orfidal. El alcohol es un depresor y un tóxico. Piensas que desinhibe, pero el día siguiente lo paso muy mal, una resaca que no merece la pena de un día entero o dos días.
Hablas de ir al psicólogo o al psiquiatra…
A los dos, a los dos (risas).
No sé si es un poco de broma, para Woody Allen era un recurso cómico… pero ahora hay mucha concienciación con este tema.
Probablemente Woody Allen lo diría en serio. Yo llevo yendo al psicólogo y al psiquiatra 3 años. He estado muy mal en algunos momentos, como se ha visto en las canciones. Como cada vez soy más yo mismo, y se ve más en las letras.
«Casi todas las canciones me han salido del desamor, pero todos hemos aprendido otras formas de querer, no todo tiene que ser dramático»
Has dicho antes que te has tomado la última ruptura de manera distinta. ¿Crees que has madurado?
Eso y la terapia y los antidepresivos (sonríe) Llevo 3 años yendo todos los lunes. Todos. Menos en verano. Soy buen alumno. En 5 años he vivido 2 rupturas. Bueno, cuando dices «ruptura» es que te han dejado, ¿no? Bueno, me han dejado 2 personas. La primera fue horrible, y la segunda no tan horrible. Mi psicóloga dice que esta vez me lo he tomado de otra manera (risas) y yo también lo pienso. Dice: «tienes tus cositas pero las tienes bien colocadas». He aprendido a colocarlas. Estoy en paz conmigo mismo. Estoy bien, feliz. Ha habido momentos que no.
Un par de las nuevas canciones se recrean en estar bien, ¿es más difícil componer estando bien?
No puedo decir que estuviera bien. Terminé la relación en abril-mayo, el disco lo compuse en julio y créeme que no estaba nada bien, pero me lo estaba tomando de otra manera. Siempre he compuesto desde el desamor. Casi todas las canciones me han salido de eso, pero todos hemos aprendido otras formas de querer, no todo tiene que ser dramático. Si es muy dramático igual no es muy sano.
‘Fin’ y la canción con Ganges me parecían canciones de felicidad…
Puede ser, también es verdad que hay veces que uno se pone en situación. Aunque casi todo es autobiográfico, a veces hay algo de ficción o sobre cómo te gustaría que fueran las cosas, pero en ese momento no había ninguna persona.
En ‘De menos’ llegas a la conclusión de que estás bien siendo tú mismo.
En el estribillo digo muchas veces «sin ti no soy nada», que es una frase muy jodida. Antes era más normal, no solo cantarla, sino decirlo en pareja. Ahora hemos aprendido que el amor no tiene que ser así, y al final de la canción espabilo: «voy a ver si me quiero a mí mismo».
«Nadie es la perfecta feminista, pero igual yo no soy la persona adecuada para decirlo al ser un varón»
Está el cirio de la canción de Amaral.
Recordaba esa canción obviamente, pero lo que me marcó muchísimo fue ‘Without You I’m Nothing’ de Placebo. Era un chaval cuando salió, pero para mí era como muy bonito. No pensé que fuera tóxico, era algo que molaba un montón.
En el 98 era otro momento, no se hablaba tanto de amor tóxico. Fue mucho después cuando acusaban a Eva Amaral de una dependencia tóxica, cuando esa letra era de Juan Aguirre.
Pero podría ser de ella, tampoco pasa nada si siente eso. No vas a ser menos feminista porque en algún momento no hayas hecho las cosas bien. Nadie es la perfecta feminista, pero igual yo no soy la persona adecuada para decirlo al ser un varón.
Estás entregado a diversas causas, y hay un guiño a la comunidad gay en el vídeo de ‘Proyectil’. Parece que ellos son la pareja y de repente no, son otras personas. Es como para tus muchos fans gays.
No lo sabía hasta que no vi el vídeo al final. Tampoco le hemos dado tanta importancia. Me parece un vídeo estéticamente bonito. Soy muy empanao. Me dicen «a las 18.00 tienes que estar en tal sitio» y voy. En ‘Miradas’ ya había besos entre chicos y chicas, ya estaba hecho. Cuando vi el resultado pensé que me iban a decir que ya había hecho eso antes.
¿Sientes presión del público? ¿Te afecta, te da la tarde, te condiciona?
Pienso que no me va a afectar, pero sí que me afecta. Me da la tarde y luego se me olvida. La verdad es que no me condiciona.
En ‘Las encuestas’ juegas con la canción política…
La compuse en julio, que no había gobierno. Desde luego no habla de amor, bueno, el contexto es de amor. Es un poco irónica la canción, va de un retiro espiritual al que ella se va con sus amigas, y está hasta la polla. Llama y digo «al final gana la izquierda, lo dicen las encuestas». Es eso, realmente (risas). Es una ida de pinza.
Tendrás fans de derechas…
No me ha llegado nunca. ¿Tú crees que tendré alguno de derechas?
Alguien habrá, lo que pasa es que la canción no ha salido en el momento de esta entrevista, pero es que es una celebración de que gana la izquierda. Tú, estás contento…
Yo estoy contento.
«Me tendría que haber ido mejor, pero no depende de mí y lo voy asumiendo con el tiempo»
Has tenido canciones como muy de petarlo. ¿Cómo lo llevas? ¿Piensas que te tenía que haber ido mejor?
Me tendría que haber ido mejor (sonríe) Joder, es verdad. ‘Solos’ fue más complicado y se produjo un parón. Pero yo también soy público, escucho y veo, y pienso que tendría que tener más reproducciones y visitas. Pero no depende de mí y lo voy asumiendo con el tiempo.
¿Qué falla?
Algo falla, está claro. No sé si los contactos o qué, o que a una mayoría de gente no le gusta mi música. Le gustan otros grupos y no el mío.
Un factor claro es el lapso entre disco y disco. Lo veo alto y justo cuando, por ejemplo, Zahara y Miss Caffeina dieron un salto, ahí te pilló en ‘Solos’.
‘Solos’ le quiero porque es mi hijo, veo ahí el disco (NdE:lo tengo encima de la mesa) y pienso: «mírale, pobrecico». Pero sí que pasó mucho tiempo entre disco y disco y ese no se entendió. La gente quería cantar, bailar y yo estaba en otra película. Y ahí se perdió una oportunidad.
«‘Solos’ no se entendió. La gente quería cantar, bailar y yo estaba en otra película. Y ahí se perdió una oportunidad»
Suelo escuchar los discos 6 veces, pero después de la 3ª y la 4ª muy rara vez cambio de opinión, y con este disco sí me pasó.
Sé que al principio te horrorizó, literalmente.
Me dio susto, pero ahora lo veo como un acierto artístico, era algo diferente.
Soy muy de lo que vaya saliendo. Las nuevas generaciones planean más, y yo soy un empanado de la vieja escuela. «Me cuelgo una guitarra y hago canciones»… y ahí me di la hostia.
El caso es que ahora te va mucho mejor y eso que Spotify no te está metiendo en muchas listas.
No nos meten en muchas listas, no. Pero estoy muy ilusionado y tengo muchas ganas de tocar.
¿Qué opinas del estado de la música española actual?
Es difícil, nunca sé qué decir. Está pasando un buen momento.
Mencionas a C. Tangana, Viva Suecia, Neuman… Parece que ahora al público le gusta de todo, y tú eres abierto.
Eso es lo que ha hecho Spotify, que en un segundo suenan músicas muy distintas, que hace 10 años no estarían ni de lejos en el mismo festival. Y sus followers serían casi rivales. Pero ahora es un poco «todo vale».
«Los grupos se ven obligados a lanzar muchas cosas todo el rato, y no todo es realmente bueno (…) Puede llegar un momento en que lleguemos a la mediocridad»
¿En el buen sentido?
Sí, pero algunas cosas pienso a veces que … No sé explicarlo sin ser dañino… pero me ronda la palabra «mediocridad». Hay cosas muy guays, pero hay cosas que nos tragamos. Los grupos se ven obligados a lanzar muchas cosas todo el rato, y no todo es realmente bueno. Hay gente que es modelo, actriz, DJ y también canta y todo el mundo va a escucharlo. No me creo que haya gente que haga 5 o 6 cosas distintas muy bien. Soy radical, pero puede llegar a un momento en que lleguemos a la mediocridad.
Tú vienes del punk, nos hiciste una playlist, pareces una persona abierta, más que tus colegas de aquella época.
No sé qué será de ellos, qué escucharán. Eran muy cerrados, por eso me salí enseguida. Yo tengo muchas inquietudes y lo que escucho es muy del momento. Estoy mucho en la música que sale en cada momento. He pasado muchas épocas: punk, indie…
¿Volverás a cambiar de estilo en el futuro o te ves asentado?
No lo sé, porque nunca sé lo que me va a deparar el futuro, hago las cosas sin estrategia, pero sí creo que he alcanzado un punto en el que estoy muy, muy cómodo y puede haber continuidad. A lo mejor con menos Autotune (ríe).
¿Te ves sacando canciones sueltas, a la moda?
Pues no lo sé. Me cuesta, suelo componer por concepto o por bloque. Lo más pequeño fue el EP del año pasado.
Donde tú decías que había una canción muy pop que no lo era.
‘Vale’ es muy, muy pop, pero este disco es muy superior al EP en composiciones.