Justo cuando Britney Spears copa titulares por llamar a la «redistribución de la riqueza» y a la «huelga» y por haber superado el récord de velocidad del mismísimo Usain Bolt en una tarde se cumplen 20 años de ‘Oops!…I Did It Again’, una de los mayores éxitos de la cantante.
Quizá no tan versionable como susceptible de ser convertida en meme por su componente humorístico, la canción ha sobrevivido dos décadas de varias maneras: su título es una frase-gancho que utilizamos en nuestra vida diaria, el traje rojo de su videoclip es un disfraz consolidado de Halloween, los 20 segundos de su estribillo nos han animado a lavarnos las manos durante el coronavirus gracias precisamente a un meme viral, y lo más obvio a la par que importante, es una canción pop perfecta.
En su segundo disco, con el que pretendía mostrar un lado más maduro de sí misma, Britney volvió a trabajar con Max Martin y llevó el éxito de ‘…Baby One More Time’ a su conclusión lógica: un disco entero compuesto por canciones en su estilo. Y además tuvo el buen humor de llamarlos, al disco y a su single principal, con una frase a prueba de críticas: «ups, lo he hecho otra vez». Ya nadie podría reírse de ella por ello, pues ella era la primera enterada, y además ya nadie iba a poder titular una canción de esta forma. Es como si alguien saca hoy una canción original llamada ‘Thriller’, ‘Girls Just Wanna Have Fun’, ‘Wonderwall’ o ‘Umbrella’: una mala idea. En concreto, ‘Oops!…I Did It Again’ tomaba la base de ‘…Baby One More Time’, además de los tres puntos suspensivos de su título; la llevaba a un terreno más robótico y contundente (esos ataques de beat y de líneas vocales de la intro; la producción marcadamente sintética) y se crecía en un estribillo épico, como cantado por un coro de 100 personas, y curiosamente parecido al de ‘Woman in Love’ de Barba Streisand, que hoy es indisociable de la cultura pop.
Por supuesto, nadie que se tome el pop en serio puede considerar ‘Oops!… I Did It Again’ un calco exacto de ‘…Baby One More Time’. Las dos son lo suficientemente parecidas como para fusionarse en un mash-up perfecto, pero también lo suficientemente distintas como para ser reconocidas como dos clásicos por cuenta propia (en Spotify tienen casi la misma cantidad de streamings, en torno a los 270 millones). En el caso de ‘Oops!… I Did It Again’, la canción mostraba a una Britney más confiada, desprendida ya del amor idealista al que cantaba un año atrás («he jugado con tu corazón», «no soy tan inocente») pero su producción, robótica como mandaba el inicio de milenio, empezaba ya a trastear con el potencial infinito de esa voz tan compleja por sus diversos registros, hoy considerada casi un ente en sí mismo, que resultaría ser oro puro para los productores más experimentales y aventureros. El final absolutamente apoteósico de la canción, con esa superposición melódica inspirada en la música clásica (no lo digo yo, lo dicen dos expertos), y su puente inspirado en ‘Titanic’ metido completamente con calzador pero a la vez icónico terminaron forjando un clásico que ningún «nerd» del pop debería perderse. Britney lo «hizo otra vez» y además lo hizo mejor. No dejéis tampoco de recordar su presentación en los MTV VMA de aquel año, mítica.