The New York Times Magazine ha organizado una mesa redonda sobre el coronavirus con varios expertos invitados, que ha sido transcrita al completo, tras ser ligeramente editada en pos de la claridad. Una parte está dando la vuelta al mundo, tras aparecer en agencias, llegando a medios como El País o el NME. Se trata de la opinión del experto Ezekiel Emanuel, «Zeke» para los amigos, director del Instituto de Transformación Sanitaria de la Universidad de Pensilvania, sobre cuándo volverán a celebrarse conciertos y eventos deportivos.
En un momento indica que «como muy pronto, será en otoño de 2021», y se muestra crítico con aquellos reprogramando actividades para este mismo otoño (es el caso de Coachella, aunque no se refiere a ningún evento musical en concreto). «Cuando la gente dice que va a reprogramar una conferencia o una graduación para octubre de 2020, no tengo ni idea de cómo pueden pensar que es una posibilidad plausible. Creo que las reuniones más grandes (conciertos, conferencias, eventos deportivos) van a ser los últimos en volver. Lo más realista es que pensemos en el otoño de 2021 como pronto».
Las declaraciones de «Zeke» Emanuel hay que cogerla con pinzas, pues se trata sólo de la opinión de un experto, el virus es nuevo y por tanto existen diferentes visiones sobre cómo será el escalonado regreso a la normalidad. Por ejemplo, existen distintas opiniones en la comunidad científica sobre si hoy era adecuado reabrir una parte de la actividad económica en España o no; y por otro lado, la conferencia está centrada en Estados Unidos, donde no se ha llegado al pico de la pandemia y no se ha llegado a practicar un confinamiento total.
Sin embargo, también es cierto que lo que suceda en Estados Unidos afectará al resto de la industria musical de manera directa (en cuanto a giras, lanzamientos y facturación internacionales) y también indirecta. Icon, que ha elaborado un artículo explicando que los festivales están aplazando en lugar de cancelando para evitar la quiebra, muestra una visión también pesimista. Citando al responsable de una discográfica española, lanza la pregunta del millón al final: si la música en directo no vuelve hasta 2021, ¿quedarán promotores musicales para entonces?