Siempre asociamos a Cut Copy a unas vacaciones soñadas en Australia. O a un crucero por el Mediterráneo, con parada en Ibiza, donde se gestó el histórico ‘Technique’ de New Order. Pero estamos en 2020: Miami Horror han cancelado su gira por covid-19, Delorean se han separado y Washed Out ya no es lo que era. En este contexto, el proyecto de Dan Whitford hace muy bien en pegar un buen volantazo, huyendo a toda velocidad de intentar recrear las glorias pasadas de ‘In Ghost Colours‘ (2008) o ‘Zonoscope‘ (2011).
‘Freeze, Melt’ es un disco desarrollado durante un invierno pasado en Copenhague, por lo que los sonidos son más gélidos y atmosféricos. Whitford ha estado escuchando ambient desde que se mudara a la capital danesa, y el disco ha sido mezclado por Christoffer Berg, quien ha trabajado con The Knife y Fever Ray. Igualmente, Dan se ha enganchado a utilizar el mismo equipo que Brian Eno y Bowie en su etapa europea, en concreto en ‘Lodger‘. Quizá por eso en algunos momentos todo esto nos suene a los albores del synth-pop, más a los primerísimos Depeche Mode, los de ‘Photographic‘, que a los hacedores de hits, como sucede con la pista ‘Running in the Grass’.
La escucha de ‘Freeze, Melt’ va a ser muy frustrante por tanto para aquellos eternamente esperando el nuevo ‘Hearts on Fire’, el nuevo ‘Lights & Music’, el nuevo ‘Need You Now’. Ante la imposibilidad de mejorarlas, Cut Copy optan ahora por mirar hacia dentro en un álbum espiritual que nos habla sobre «sentir algo en los dedos de las manos y los dedos de los pies» (‘Love Is All We Share’), «observar las hojas de los árboles caer» (‘Stop, Horizon’), «correr por el césped, sentirlo 20 veces al día» (‘Running in the Grass’) y notar cómo «la lluvia purga nuestras heridas» (‘Rain’).
La linealidad aparente de estas 8 canciones -a veces excesiva- va revelando poco a poco pequeñas cumbres dentro de cada composición, especialmente en los últimos minutos de cada una. ‘Love Is All We Share’, un tema que según Dan ha adquirido un nuevo sentido en los tiempos que nos ha tocado vivir, pero que en principio fue creado a partir de la «ansiedad de imaginar el futuro, dominado por una tecnología que nos consume», se entrega al «amor» titular en los últimos 2 minutos y medio, cuando emerge un viajero teclado. Claro que si hablamos de temas que están adquiriendo un nuevo significado estos días, atención a la letra de la chill ‘Stop, Horizon’: «la fiebre me atraviesa / cambiando mi perspectiva para siempre».
Es habitual en estas canciones que parecen austeras que ofrezcan algo más a su término: también sucede en el single ‘Cold Water’. Y ese es uno de los pros de un álbum en principio esquivo, los recovecos que hallamos en él a medida que nos sumergimos en su experiencia. Los viejos fans de Cut Copy quizá puedan encontrar consuelo de alguna manera en ‘Like Breaking Glass’, pero el cierre de cada cara en la edición vinilo con canciones que son contemplativas, instrumentales o casi (‘In Transit’ parece influida por los números más minimalistas de Kraftwerk), evidencian que esta vez Cut Copy han mirado hacia el interior, en un álbum al que quizá volvamos en otoño, en estos tiempos de imperativo recogimiento.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Love Is All We Share’, ‘Cold Water’, ‘Like Breaking Glass’
Te gustará si te gustan: los Depeche Mode, Kraftwerk y OMD más instrumentales
Escucha: ‘Love Is All We Share‘