Televisión

‘La valla’ predijo el futuro, pero pertenece al pasado

Todavía tengo pendiente ‘Mrs América‘, se me olvidó que volvieron ‘DARK‘ y ‘La casa de las flores‘, abandoné por aburrimiento ‘The Walking Dead’ hace mucho y ‘Tiger King‘ hace poco, se me pasó grabarme la última de ‘Homeland’, no sé bien qué tengo que hacer para poder ver ‘Normal People’ ni ‘Veneno’, me quedaba siempre dormido intentando ver ‘La zona’, me gustaría volver a ver la tercera temporada de ‘Twin Peaks’ pero cada día me suena más utópico y tengo la fantasía de alguna vez poder ponerme al azar una serie. Con la oferta creciente en cada plataforma, cada vez de más maneras… ¿de verdad alguien tiene ánimo de ponerse una nueva serie que estrenen en Antena 3 o Telecinco?

‘La valla’ tenía anoche un atractivo que ‘Madres’ antes de anoche, no: haber predicho el futuro. La serie, cuyo tráiler llegaba a estrenarse en 2019, habla de un extraño virus mortal que amenaza a la población. El presidente del gobierno aparece en televisión declarando el estado de excepción, se recortan las libertades, se pide a la gente que se quede en sus casas, hay toque de queda, la gente pobre vive hacinada mientras los ricos continúan comiendo jamón serrano y merendándose un vino tinto… Sólo han faltado un plano de gente lanzándose a la desesperada y sin motivo a la compra ingente de papel higiénico, y un cameo de Fernando Simón, para que reconociéramos nuestra vida actual en la pequeña pantalla. También sobraba una Tercera Guerra Mundial sobre la que poco se sabe de momento.

La serie creada por Daniel Écija sitúa la acción en 2045, en un Madrid polvoriento, gris, desolado por la escasez de recursos. No queda agua, aunque sí hip hop y fiestas de sexo. En lugar de la ciudad dominada por la tecnología que imaginábamos, parecemos estar más bien en el Berlín separado por un muro («la valla» bien podría ser una suerte de Checkpoint Charlie) o la España de Franco, incluso por vestuario. En su retrato de un estado totalitario, que llegó porque en situación de crisis, «el pueblo requirió de gobiernos fuertes», la serie es una mina para que los bots de Twitter se pongan las botas viendo la paja en el ajeno. Entre referencias a ‘El cuento de la criada’ y autorreferencias a ‘El internado’, que además estará de vuelta el año que viene, la serie no termina de situarse en «el futuro», y no porque a sus personajes les hayan quitado la internet.

Duelen las comparaciones internacionales, pero después de la viralización de ‘La casa de papel‘ fuera de nuestras fronteras, hay que apuntar más alto: ‘La valla’ no resiste las comparaciones con la que ha sido una de las grandes series de este verano, ‘Colapso’, disponible en Filmin. Donde la serie francesa premonitoria presentaba una estructura original, un ritmo de cortar el hipo, y un guión que da verdadero miedo por lo que pueda anticipar sobre nuestro incierto sino; la propuesta de Antena 3 no se decide entre lo underground y lo generalista. Parece optar a lo primero con un guión demasiado caótico y con demasiados frentes abiertos (los chips, la propia Guerra Mundial, el ministro, el colegio, las diversas antagonistas), ante el que fueron muchos los usuarios que anoche manifestaban en redes no estar enterándose de nada. La serie fue un éxito de audiencia con un 15% de share, pero mucho va a tener que mejorar para sostenerse, para captar a la audiencia que a estas horas de la noche entre semana (‘El Hormiguero, ese programa, acaba casi a las 23.00) solo busca evadirse.

Pero para la audiencia más exigente, ‘La valla’ tampoco parece la mejor opción. La situación de alerta máxima que recrea debería ser carne de cañón para un guión que reflexionara sobre hasta qué punto peligran nuestras libertades, hasta qué punto aterra que el gobierno controle toda la información, o qué puede pasar con la diversidad y la desigualdad en un mundo como este. Este guión enrevesado por un lado y paradójicamente con sus flashbacks y subrayados por otro, resulta vago y viejuno. «Nos quitaron lo más importante que tenemos las personas: la libertad» es la frase estelar de la pobre Ángela Molina, que logra mantener en pie este producto lo mismo que Olivia Molina. A Unax Ugalde le tocó caer al suelo… varias veces. Ya se me había olvidado que existían los «teasers» del capítulo siguiente, entre atracones de series y series a demanda. Y más miedo que el himno de la Nueva España que se ha creado y cerró anoche, da que lo mejor que tengan para el segundo episodio sea a Ugalde diciendo que «va a cruzar esa puta valla». 5.

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Publicado por
Sebas E. Alonso