Como nos indica la portada del último trabajo de Diego Corbalán, como siempre bajo el nombre de Magius en honor al monje miniaturista del siglo X, ‘Primavera para Madrid’ nos mete de lleno en un códice. Esto es, una serie de libros manuscritos e ilustrados que podría ser incluso más antigua que la invención de la imprenta a tenor de la materia que trata: la corrupción de una clase social que actúa sin escrúpulos, tolerada por el resto, que opta por mirar a otro lado.

Esta obra insólita, tan estimulante y reconocible en sus personajes como la serie de Rodrigo Sorogoyen ‘Antidisturbios’, da un gran puñetazo sobre la mesa del letargo de convivir con un mal endémico, tan habitual en la sociedad que se torna algo normal para alcanzar el éxito político y económico, cuando no se produce porque sí, por puro placer.

Magius no viene a invitarnos a la reflexión. Llegados hasta aquí tras el paso de los siglos, se mofa de ella evitando la recriminación. Tampoco ofrece un antimanual de buenas prácticas sociales para conseguir la fama; su mayor acierto es que pone caras –con nombres de ficción- al entramado político y económico de nuestro país de los últimos 20 años. Un rey que caza en África, una presidenta autonómica aficionada a las cremas, su antecesora en el cargo, un director de Caja de Ahorros que sale a Bolsa tocando la campana, un constructor, el tesorero de un partido político… Todos aparecen bajo la premisa para mayor escarnio de “Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”.

El único inconveniente de ‘Primavera para Madrid’, siendo mejor que ‘El método Gemini‘, es que pierde algo de alcance si no estás al tanto de la prensa nacional. Bueno… y que seguramente el cantante de Taburete no nos dé su opinión sobre él pese a que vaya ya por la tercera edición, toda en color oro. 8,5.