‘Hardline’ fue el segundo adelanto de ‘Little Oblivions’, el excelente tercer álbum de Julien Baker, y si en su momento su honestidad emocional ya era sobrecogedora, en el contexto del disco resulta todavía más potente. Es una curiosa elección que una canción tan desgarrada se haya seleccionado para abrir el disco, cuando perfectamente podría funcionar como clímax, pero también es toda una declaración de intenciones: esto va a ser así de extremo y lo que va a venir a continuación no va a ser cómodo de escuchar.
‘Hardline’ -y el disco en general- presenta un sonido muy diferente a los anteriores trabajos de Baker. Aquí se apoya en una instrumentación mucho más completa: donde antes solo estaban su voz, un piano y una guitarra, ahora todo adquiere un tinte más grandilocuente pero sin perder el intimismo que caracteriza a la cantautora. Percusión, sintetizadores, órgano y épicos acordes de guitarra sirven para llevarnos por experiencias tremendamente dolorosas.
Baker, quien tuvo problemas con el alcohol y las drogas desde adolescente, pasó unos años sobria hasta que en 2019 volvió a recaer. ‘Hardline’ comienza con la frase “Inconsciente un día entre semana, ¿hay algo que estoy intentando evitar?». Y desde ahí, una sucesión de reflexiones bastante crudas invaden la composición.
La “hardline” de la que habla es la línea que separa la sobriedad de la adicción contra la que ha luchado años. Ella misma sabe que la posibilidad de una recaída siempre está a la vuelta de la esquina y hace referencia a ello cuando entona: “dibujé una línea, cuando la cruce será la tercera vez”. Esa misma línea separa lo bueno de lo malo, lo blanco de lo negro, entendiendo lo negro como una suerte de abismo.
La canción termina con una metáfora sobre cómo se suele decir que no todo es blanco o negro y que siempre hay grises, pero para Baker el mundo no siempre es en blanco y negro: “¿qué pasa si es todo negro todo el tiempo?”. Y tras esto, la cantante repite “todo el tiempo” tres veces más, quedando su voz ahogada en la épica de la instrumentación, atrapándola así en un oscuro vacío.