Cabiria, protagonista de uno de los artículos más bizarros en el buen sentido jamás publicados en JENESAISPOP, en el que la barcelonesa Eva Valero repasaba sus formas favoritas ilustrando cada una de ellas con una foto tomada para la ocasión, estrena hoy su nuevo disco ‘Ciudad de las dos lunas’ a través de El Volcán Música, cuatro años después de que su debut ‘C’est Lindy On’ la diera a conocer en el underground.
El álbum de 11 pistas ha venido presentado por singles de synth-pop e italo disco estelares como ‘DISCO-CAFÉ’ o ‘Después de medianoche’ y hoy es el momento de descubrir otro de sus cortes destacados, el que de hecho puede escucharse desde hoy en la playlist de novedades de Spotify España -seguida por 222.000 personas- o en nuestra playlist de novedades.
‘Via Torino’ recibe su nombre -al parecer- de una calle de Milán y esta ciudad italiana es mencionada en la letra junto a otras como Florencia, por si había alguna duda de la influencia de la música italo disco en el proyecto de Cabiria. No obstante, la artista cuenta que ha terminado empapándose de italo solo después de leer las comparaciones que se han hecho de su música con este género a lo largo de los años.
Cabiria dice que tampoco ha dejado de inspirarse para su nuevo trabajo en las melodías de la canción italiana de Mina o del recientemente fallecido Franco Battiato y ‘Via Torino’ es una estupenda canción de synth-pop construida desde ese mimo por la melodía, hasta el punto de que su momento culminante se produce cuando Valero superpone dos melodías diferentes al estilo del «canon» musical. Antes, la artista ha dejado crecer la melancolía de esta canción que nos habla de un amor que ya forma parte del pasado.
En ‘Via Torino’, Cabiria se encuentra «fantaseando» con esa persona hasta que recuerda que ya no quiere «ser su amigo» y recuerda aquella vez en que le enseñó «un paso de baile en el Disco-Café». Con nostalgia, Valero recuerda que «todas las canciones que planeamos hacer se quedaron flotando en aquel andén». La épica composición de ‘Via Torino’ es adornada con sonido de lluvia y con una delicada percusión de xilófono, enriqueciendo su agridulce historia.