“Son las cosas de familia”, dice una voz (la del abuelo de Camila) por la radio. Así comienza el videoclip de ‘Don’t Go Yet’. Con un aviso de lo que está por llegar, como si la voz de la radio fuera la verbalización de un pensamiento de la propia cantante mientras conduce hacia su casa familiar. Este prólogo está dividido en dos partes. La primera, donde se imita la técnica de la retroproyección, recuerda a los melodramas del Hollywood clásico. La segunda es una secuencia de animación stop motion como las que suele introducir Wes Anderson en su cine.
Camila llega a la casa. Una especie de hacienda colonial caribeña, de mansión de telenovela, decorada con colores tropicales y elementos retro-pop: televisores antiguos, teléfonos… Comienza la fiesta. El dúo Philippa Price (directora del ‘Never Really Over’ de Katy Perry o de varios clips de Banks) y Pilar Zeta estructuran el vídeo alrededor del tema del banquete familiar. La gran mesa vista desde arriba, desde los laterales, en círculos… Destaca un plano frontal que funciona como parodia de ‘La última cena’ de Leonardo a la manera de Buñuel en ‘Viridiana’.
Entre gambas y daiquiris, hay tiempo para las coreografías. Camila haciendo pasos de bailes muy tiktokeros, con referencias a Shakira, Beyoncé… y hasta a los toros y el flamenco, quizá por influencia de Rosalía. La secuencia final, un largo movimiento de alejamiento que parte de cantante para terminar en un plano general con todos los integrantes de la fiesta, sirve como homenaje al concepto de familia. Tanto la carnal (en el vídeo aparecen varios familiares de Camila), como la elegida, los amigos, entre los cuales está la conocida drag queen Valentina.