Rojuu es otro de los fichajes más fulgurantes de Sonido Muchacho, que acaba de recibir en sus filas a Confeti de Odio. El artista barcelonés se dio a conocer en su canal de Youtube, cuando apenas contaba 10 años -ahora tiene 18- y desde entonces no ha parado de ganar adeptos gracias a sus canciones de emo trap inspiradas en el anime. Ha publicado varias mixtapes en este estilo, pero el reciente ‘Roku Roku’ acusaba un sonido más popero y melódico y sus últimos pasos continúan por esa dirección.
‘¿Cuánto tiempo nos queda?‘, el primer single de Roc Jou en Sonido Muchacho, se sumergía en las aguas de la power ballad mediante una mezcla no tan imposible de guitarras eléctricas, teclados y autotune y el siguiente, ‘Un paseo más’, lo hace incluso de manera más decidida todavía.
En ‘Un paseo más’, Rojuu entrega un baladón sobre el desamor que, según Sonido Muchacho, está llamado a «quedarse con nosotros para siempre». Un ritmo programado, una guitarra eléctrica y ciertos ecos de hyerpop en el tratamiento de las voces sirven a Rojuu para expresar su confusión ante una persona que ha cambiado y está a punto de salir de su vida. Dice estar «pasando una etapa rara» y observa a esa persona irse «sin decirme nada» e incluso anticipa que «pronto llegará tu nueva identidad». Frases como «quieres que se acabe pero no lo paras» dibujan el escenario de una relación complicada, llena de obstáculos.
El verdadero drama de ‘Un paseo más’ llega, claro, en el estribillo, cuando Rojuu proclama que «nada volverá a ser igual». La melodía parece ascender hacia los cielos en los primeros segundos, pero pronto se desinfla como un globo, llevándonos de nuevo a una situación de tristeza y desamparo. El tema sobrecoge hacia el final, cuando las voces autotuneadas entran en acción para insuflar más emoción todavía a la pieza, a la manera de una Charli XCX.
El vídeo de ‘Un paseo más’ parece aludir a una crisis de identidad. Rojuu aparece en dos escenarios opuestos, por un lado, en el interior de una limusina y, en el otro, en un vertedero de coches. En un punto del vídeo ambas identidades se encuentran.