Katy Perry ha sido la invitada musical de este fin de semana en Saturday Night Live. La artista ha actuado en el programa para promocionar ‘PLAY’, su residencia en Las Vegas, y también su nuevo single con Alesso ‘When I’m Gone’, que ha pasado desapercibido en listas quizá por parecerse demasiado a a ‘Rain on Me’ de Lady Gaga y Ariana Grande, aunque el tema no esté tan mal.
La última vez que Katy actuó en Saturday Night Live, en 2017, le quedaron dos performances que fueron objeto de burlas durante días en redes sociales. En ‘Swish Swish’ no convenció nada como maestra de ceremonias de un desfile de drag queens, y en ‘Bon Appétit’ Katy parecía desubicada al lado de Migos, y Migos parecían desubicados al lado de Katy, y nadie sabía muy bien qué estaba pasando encima del escenario, solo que a Katy le daba por tenderse en puente cual niña de ‘El exorcista’ y por regalarnos más GIFs de «LOL so white» de los que pensábamos que era capaz de inspirar.
En su regreso al popular programa estadounidense, Katy se ha arriesgado menos, ya que sobre el escenario se ha visto una parte de lo que está ofreciendo en Las Vegas. En ‘When I’m Gone’ se ha rodeado de bailarines disfrazados de seta que, a causa de sus abultados pantalones, en realidad parecen penes, con sus respectivos glandes y testículos danzando simpáticamente al ritmo de la canción. ¿Habrá sido a propósito? Eso sí, no ha habido memes a lo «Left Shark» esta vez.
La segunda canción que ha presentado Katy ha sido ‘Never Really Over‘, su single de 2019 posteriormente incluido en su álbum ‘Smile’.
Katy ha optado por una versión acústica que ha confiado demasiado en el «belting» cuando quizá la canción no lo necesitaba tanto, o cuando Katy cuenta en su repertorio con canciones que se prestan mejor a este tipo de interpretaciones, como ‘By the Grace of God’ o ‘Not Like the Movies’, que sí, son más antiguas pero, puestos a recuperar un single relativamente viejo, ¿por qué no apostar por ‘Harleys in Hawaii’, que ha sido un «sleeper»?