Música

Caroline Polachek / Desire, I Want to Turn Into You

La espera por el segundo disco de Caroline Polachek ha sido una de las más excitantes que nos ha regalado el pop reciente. ¿Cuántos singles excelentes pueden presentar un disco en 2022 o 2023? A Polachek se le caían de las manos. Cuando escuchamos la pizpireta ‘Bunny is a Rider‘ en el verano de 2021, parecíamos estar ante su mejor canción. Un año después, la balada ‘Billions‘ nos convenció de que Polachek es la Kate Bush de nuestro tiempo, por mucho que ella se oponga a la comparación (los artistas, siempre tan celosos de su arte). No tardó en llegar ‘Sunset‘, la 10ª mejor canción de 2022 para Jenesaispop. Podría haberlo sido la anterior, pero esta, en su inspiración latina, se prestaba especialmente a la escucha en bucle.

Deparaban más sorpresas. ‘Welcome to My Island’ era el homenaje más evidente que Polachek jamás ha hecho al pop comercial de los 80, su ‘Welcome to New York’ particular, lo cual tiene sentido pues la estadounidense ha sido telonera de Dua Lipa. A continuación, ‘Blood and Butter’ nos acercaba al lanzamiento del disco -que se ha producido en San Valentín- con otra maravillosa composición que nos trasladaba al pop de los 2000 tipo William Orbit… para después colarnos un solo de gaita sublime que hasta cuesta asimilar: no es que este instrumento abunde en el pop, precisamente.

Ante semejante arsenal de canciones, ¿qué encontramos en la obra total de ‘Desire, I Want to Turn Into You’? La ex integrante de Chairlift ha buscado crear un disco «maximalista, «uptempo» y lleno de «energía y movimiento» que reflejara el «caos» que ha sido su vida durante y después de la pandemia, periodo en que escribió gran parte del álbum. Las influencias van del pop italiano a Massive Attack (en quienes se inspiran las cuerdas de ‘Pretty in Possible’), del flamenco al downtempo de los 90, del drum ‘n bass al ‘Ray of Light‘ de Madonna… Hasta una colaboración de Dido cabe por aquí. Las efervescentes canciones de Polachek, su voz líquida y operística, luminosa como el sol, capaz de atraer a los gansos; y su obsesión con la intertextualidad (en el disco se repiten o reflejan melodías, las referencias a volcanes van de las letras a la misma portada, etc.) dan unidad a «Desire» en su conjunto.

Las nuevas canciones de Polachek nacen de la adrenalina que produce un nuevo amor, de salir del cascarón después de pasar tiempo encerrados, y hablan de los pequeños pero sublimes momentos que nos regala la vida. ‘Billions’ busca capturar «ese momento en que vas en coche en la playa y, por primera vez, emerge el paisaje del mar desde la ventana» y, entre referencias a sonetos, pintores y ostras, no cuenta absolutamente nada, en palabras de su autora. Prefiere ceder toda la magia a la música y a la presencia de un coro infantil que pone los pelos de punta. ‘Butterfly Net’ habla de la efimeridad de las cosas que damos por sentadas en la vida. Y ‘Sunset’ reflexiona sobre la desilusión y las «promesas no cumplidas», sin renunciar a la luz de esa guitarra española rasgada por Marc López, colaborador de María José Llergo

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Con Danny L. Harle de nuevo participando en la producción, junto a otros nombres como Daniel Nigro, quien ya había colaborado con Polachek antes de conocer a una tal Olivia Rodrigo, ‘Desire, I Want to Turn Into You’ es mejor disco que ‘Pang‘ pero menos consistente, y no solo porque la producción de ‘Bunny is a Rider’ y la de ‘Welcome to My Island’ -por poner dos ejemplos- ni siquiera parezcan del mismo disco. Las canciones pueden ser tan sólidas como ‘Pretty in Possible’, un paseíto por la ciudad al son de ‘Tom’s Diner’ de Suzanne Vega, graciosa en su composición deliberadamente «libre» y sin estribillo; pero también desdibujarse un poco, como la ambiental ‘Hopedrunk Everasking’ (dilo con un polvorón en la boca). ‘Smoke’ es uno de los temas más pop, pero no iguala la fortaleza de singles previos.

El disco deja varias curiosidades. ‘I Believe’ es una incursión en el bubblegum-pop pasado por el filtro de PC Music que Polachek dedica a SOPHIE: «no lo sé, pero creo que aún nos queda otro día por pasar juntas» es una línea especialmente conmovedora. Sin embargo, a la producción le falta algo de fuerza. La reflexiva ‘Crude Drawing of an Angel’ (otra referencia de la portada) aporta un necesario momento de respiro en el álbum, y ‘Butterfly Net’ enriquece el conjunto con sus sonidos de guitarras y órganos.

Pero la joy inesperada es ‘Fly to You‘, que sale airosa del reto de unir tres voces tan diferentes como las de Grimes, Dido y la propia Polachek, en una canción que es más que la suma de sus partes. Dedicada a la adrenalina que produce reunirse con alguien después de mucho tiempo, ‘Fly to You’ necesita poco más que una telaraña de beat de drum ‘n bass para que las tres cantantes hagan magia con su diálogo vocal (originalmente era PinkPantheress la artista invitada). ‘Fly to You’ es prueba de que la innovación de la música de Polachek pasa por muchos y muy diversos caminos, y su nuevo disco lo demuestra con creces.

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Publicado por
Jordi Bardají