Acusado de abusos sexuales y psicológicos por una quincena de mujeres, entre ellas su ex pareja Evan Rachel Wood y, últimamente (el pasado mes de enero), una mujer que ha demandado a Brian Warner por haberla agredido sexualmente en 1995, cuando ella tenía 16 años, Marilyn Manson lleva retirado de la vida pública desde hace poco más de un año, afrontando la que puede ser su «cancelación» definitiva, si es que eso de la «cancelación» no es un unicornio.
En el caso de Manson algo tiene de verdad: el autor de ‘Antichrist Superstar‘ ha sido despedido por su sello, Loma Vista, también por su agencia creativa, y ha asegurado que ya no puede dar conciertos, ni publicar su libro, y que sus pinturas se ha desvalorizado. Además, ha perdido dos papeles televisivos. Últimamente, Kanye West le ha sacado en un concierto, pero de eso hace más de un año, y el melón de Kanye West, bueno, es para comentarlo aparte.
Es cierto que varias de las denuncias interpuestas contra Manson han sido desestimadas. Con la actriz Esmé Bianco (‘Juego de tronos’) ha llegado a un acuerdo extrajudicial. También es cierto que la mayoría de mujeres que le han acusado de abusos no han denunciado. Por otro lado, la demanda por difamación de Manson contra Evan Rachel Wood tampoco ha ido a ningún lado, y no es posible olvidar el extenso reportaje que, en abril de 2021, publicó Rolling Stone sobre Warner, en el que se pintaba un retrato espeluznante del músico basándose en 55 entrevistas.
La carrera de Manson, al menos en el ámbito de los directos, se presume acabada. Ya casi ni nos acordamos de aquella vez que Mallorca Live le confirmó como cabeza de cartel en su edición de 2020, cancelada en uno de esos extraños giros del destino, por las razones que todos sabemos. Tampoco es que sus directos fueran grandes exhibiciones de talento: últimamente, Warner no paraba de sufrir accidentes o problemas de salud y, cuando le dio por apuntar a su público con un rifle de asalto falso, poco después de un tiroteo, lo hizo en silla de ruedas, encarnando la viva imagen de la decadencia.
La música, la perteneciente a la primera etapa de Manson, sigue valiendo la pena si te apetece disociarla de la persona que la ha creado. En esta casa hemos reivindicado la obra musical de Marilyn Manson en repetidas ocasiones. ‘Portrait of An American Family‘, ‘Antichrist Superstar’ y ‘Mechanical Animals‘ siguen siendo grandes discos de rock que nos informan sobre el estado de la sociedad y la cultura americana en los años 90. Como diva nos lo ha dado todo. Sin embargo, el declive artístico de Manson es evidente desde hace ya muchos años: hace 20 que no lanza un disco relevante. Las acusaciones de abusos contra Warner han rematado la faena y, su patrimonio, que antaño se estimaba en 25 millones de dólares, ha sufrido un declive considerable: Warner está cerca de la bancarrota.
Pero él no se rinde. Cuando acaban de cumplirse dos décadas desde el lanzamiento de ‘The Golden Age of Grotesque’, su disco de vodevil, Marilyn Manson ha decidido volver. En Instagram ha publicado su primer post en más de un año, una imagen de él cantándole a un micrófono vintage, en elegante blanco y negro, en plan cantante de blues. En el texto alude a la llegada de música nueva: «traigo algo que debéis escuchar». En otra imagen aparece sujetando tres velas junto a su mujer, la fotógrafa Lindsay Elizabeth Warner, y nos dice que «hay luz en la oscuridad». Marilyn Manson prueba ahora su «comeback» musical, un primer intento de lavar de imagen que iba a llegar tarde o temprano. La cosa es que vaya a haber gente que le esté esperando.