El 15 de enero de 1947 fue hallado en un descampado de Los Angeles el cadáver desmembrado de Elizabeth Short, una aspirante a actriz de 22 años que trabajaba de camarera mientras esperaba una oportunidad en Hollywood. La brutalidad del asesinato y la ausencia de pruebas (el caso sigue aún sin resolverse) alimentó el sensacionalismo mediático de la época. Bautizada por la prensa como la “Dalia Negra”, en referencia a la famosa película que triunfaba en la época ‘La dalia azul’ (1946), la figura de Short se ha ido convirtiendo gracias a la ficción criminal en un icono popular, en una nueva Mary Jane Kelly.
El director Rich Lee, quien ya había utilizado referencias a Hollywood en otros clips para Lana del Rey como ‘Lust for Life’ o ‘Doin’ Time’, se ha inspirado en el imaginario estilístico de la Dalia Negra para realizar ‘Candy Necklace’.
El vídeo está articulado por medio de dos líneas narrativas. La primera es un relato ambientado en Los Angeles en los años 40, rodado en formato panorámico, donde se narra un argumento clásico del cine negro: el triángulo amoroso de fatales consecuencias. En este caso entre una cantante, su rico y mafioso «sugar daddy» y el joven pianista (Jon Batiste) que le hace tilín.
La segunda es el making of de esa ficción. Un relato paralelo, rodado en un formato que imita una grabación vintage, donde Lana interpreta a una actriz caracterizada consecutivamente como una versión de la Dalia Negra, la Marilyn de ‘Blonde’ y la rubia Veronica Lake de, precisamente, ‘La dalia azul’. Un juego metalingüístico influenciado estéticamente por las revisiones que se han hecho últimamente de ese Hollywood dorado pero también muy oscuro: ‘Mank’ (2020), la mencionada ‘Blonde’ y ‘La dalia negra’ (2006), la fallida adaptación que hizo Brian de Palma del clásico de James Ellroy.
Siguiendo con esta dualidad, ‘Candy Necklace’ termina mal y bien. El relato de ficción sugiere que el cadáver de la cantante aparece en un baúl, descuartizado como el de la Dalia Negra. Pero la actriz que la interpreta, Lana, se gana una estrella en el paseo de la fama gracias a su actuación. La doble cara de Hollywood. Un lugar donde los focos –el vídeo comienza de forma muy elocuente con un zoom sobre uno de ellos- iluminan tanto como ocultan.