En 2022 nos quejábamos de un Mad Cool que solo había invitado a hombres en su primera línea de cartel. En tiempos en que tanto se habla de paridad e igualdad, los nombres que encontrábamos en letras grandes en este gigante festival de Madrid eran los de Metallica, Twenty One Pilots, Placebo, Imagine Dragons, The Killers, Muse, Faith No More, Kings of Leon y Pixies.
El cambio editorial era drástico respecto al año en que apostaban por Taylor Swift y Billie Eilish, y lamentablemente no podíamos verlo por obra y gracia de la pandemia. Dejando de lado filias y fobias personales, el cambio de 2022 parecía un retroceso, más que una evolución, pues el cartel del año pasado implicaba que un porcentaje absolutamente escandaloso del presupuesto multimillonario de Mad Cool iría a bolsillos masculinos, y en concreto de hombres blancos, heterosexuales y cisgénero. Solo Dios Black Francis sabe cuánto cobra la nueva bajista de los Pixies, pero seguro que menos que en su momento Kim Deal.
Es justo reconocer que el festival que comienza hoy en Madrid, en un nuevo Espacio, es otro festival. Ahora no solo encontramos a rockeros como Queens of the Stone Age, Liam Gallagher y a Red Hot Chili Peppers, sino que también figuran en letras grandes Lizzo y M.I.A. (en sustitución de Janelle Monáe, que ha cancelado).
E igualmente hay que destacar la apuesta por artistas no binarixs, como Sam Smith, y ya en una segunda línea de cartel, varios artistas LGTB+. Nada menos que Sigur Rós y Years and Years comparten la segunda línea del cartel con gente como Franz Ferdinand. En cuanto a mujeres, también están por ahí Rina Sawayama y Ava Max, aunque esa segunda línea sí llegaba a incluir artistas femeninas el año pasado (Carly Rae Jepsen y St Vincent, por ejemplo).
En estos meses y a raíz de aquellas quejas que expresamos en la web y en redes, algunos promotores -no los de Mad Cool- me han expresado sus dificultades para contratar artistas femeninas para sus eventos. No todas las que a un promotor/a se le apetecen están de gira. Alguno ha expresado su frustración porque algunas firman exclusividad con otros festivales gigantes, que presumen de ser paritarios. Alguno me ha dado a entender que la contratación de grandes nombres femeninos se ha convertido en la guerra en aras de la paridad.
Es una buena noticia que al menos el debate esté sobre la mesa, frente a otros festivales, grandes y pequeños, que continúan apostando por una abrumadora mayoría masculina. Pero la mejor noticia que podemos tener es que Mad Cool también triunfará como festival paritario.
A veces parece que no es otro que el público el que inclina la balanza de manera aplastante en favor de los hombres. No hay más que recordar que Coldplay han llenado el mismo estadio de Barcelona que Beyoncé durante CUATRO días, mientras ella solo lo ha hecho UNO. En Primavera Sound 2022, Lorde convocó a mucho menos público que The Strokes, pese a aparecer en letras más grandes. El Anuario de la Música en Vivo editado por APM reportaba que de las 10 giras españolas más exitosas de 2022, tan solo 2 eran de mujeres, y ocupando los últimos lugares (Rosalía en el puesto 9, Aitana en el top 10).
Las bandas de pop y sobre todo de rock fidelizan más que las divas pop: tal lista estaba encabezada por Fito y los Fitipaldis. Su grupo fue el que más espectadores congregó en España en 2022, 329.820 asistentes, frente a los 147.924 de Rosalía. Así que es fácil aventurar que Metallica y los Red Hot Chili Peppers te venden más entradas para un festival que Lizzo, que además no tiene tal trayectoria. Pero este año Mad Cool ha arriesgado con otro tipo de cartel y también ha colgado el cartel de «abonos agotados». Puede presumir de haber agotado las entradas de sábado, y ya solo quedan tickets de jueves y de viernes. Parece, al menos para los que defendemos la diversidad, que vamos por el buen camino. Esperemos que dure.