Esta semana se ha activado la preventa del nuevo disco de Alexanderplatz, el proyecto en solitario de Alejandro Martínez, ex Klaus & Kinski. El álbum sale oficialmente el 29 de septiembre, pero todo aquel que lo encargue antes del día 20 de septiembre a través de su sello Jabalina lo recibirá firmado.
El artista ha avanzado dos temas a lo largo de los últimos meses. En primer lugar llegó ‘Virgencica’, con ese arpegio de teclado tan característico que ha manejado en otras ocasiones, procedente de las bandas sonoras de los 80. Y el segundo adelanto se llama ‘Afectuosamente suyo’. De vocación más tradicionalmente «indie», encuentra su cénit en un interludio con punteo de guitarra eléctrica que emparenta con el final de ‘Muerte en Plasencia’.
En cualquier caso, ninguna de las dos grabaciones ansía una cumbre tan clara como las de algunas de las canciones anteriores en solitario de Alexanderplatz. Pienso en ‘Podrías haberte quedado quieto’ o en ‘Odio el siglo XXI (bueno y el XX también)’.
Ambas composiciones se amparan en este caso en la virtud de Martínez de retorcer palabras. ‘Virgencica’ se inspira en el dicho «virgencita, que me quede como estoy», con frases como «Es mejor no ir buscando lo que andes buscando / resbalando con pasos muy largos / es mejor no querer mejorarlo». El vídeo contrapone nuestro yo presente con el del pasado y el futuro.
Y mejor aún, ‘Afectuosamente suyo’, partiendo de que «la gente a veces se queja por vicio y lo disfruta», es una contradicción constante sobre la postura del interlocutor:
«Me asombra que piensen que es ironía,
no quise ofenderos, yo nunca podría,
mi catolicismo me lo impediría,
voy a disculparme…
pero mejor otro día
(…)
No piensen que son palabras vacías,
tal vez sea cierto lo de la ironía,
no sé si pretendo hacer algún daño,
es que no puedo callarme…
sin lamentarlo».
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