Hubo un tiempo en que Róisín Murphy parecía trabajar completamente a espaldas del mundo entero. ‘Hairless Toys’, su disco de 2015, salió 8 años después de ‘Overpowered’ (2007) apostando por un sonido extremadamente refinado y poco comercial. El siguiente, su disco hermano, ‘Take Her Up to Monto’ (2016), producido también por Eddie Stevens, es su trabajo más arisco. Después, los singles bailables que Róisín lanzó con Maurice Faulton eran mucho menos atractivos de lo que ella pensaba. ‘Róisín Machine’ (2020) fue evidentemente la gran reconciliación de Róisín con su público. Con un repertorio entregado a la pista de baile de los 80, fue el disco mejor vendido de su carrera hasta la fecha.
El panorama era ideal para que Róisín continuara viviendo una preciosa luna de miel con su público con ‘Hit Parade’, su nuevo larga duración, pero unas polémicas declaraciones señaladas por transfobia han ensombrecido el lanzamiento del disco. Desde luego, si de algo nos avisó Róisín con ‘Ruby Blue’, su debut de 2005, o incluso antes en Moloko, es que nunca se lo iba a poner fácil a nadie, ni siquiera a sus fans.
Esto, en el aspecto estrictamente musical, siempre ha significado que Róisín puede contarse entre las pocas, muy pocas, estrellas del pop que están sabiendo producir una obra verdaderamente arriesgada e innovadora. Es imposible no colocarla al mismo nivel que iconos como David Bowie o Björk cuando cada disco que lanza al mercado es una revelación. ‘Hit Parade’ no es una excepción.
En su sexto disco, Róisín se ha aliado con el alemán DJ Koze, un culo inquieto de la música electrónica que se puede contar entre sus mayores almas gemelas musicales. También uno de los grandes innovadores de la música de baile actual. ‘Knock Knock’, el disco de 2018 de DJ Koze, ya incluía dos colaboraciones de Murphy, ‘Scratch That’ e ‘Illumination’, pero ‘Hit Parade’ profundiza en esta alianza de diversas maneras. A Murphy y DJ Koze les une, curiosamente, su amor por el soul de los años 60: ‘Pick Up’, el mayor éxito de DJ Koze, sampleaba a Gladys Knight. Y en ‘Hit Parade’ la arqueología sonora es tan importante como su apuesta por un sonido que mire hacia el futuro.
Es un futuro bizarro y retorcido, pero también divertido como esa grotesca portada circense. Ha sido un avance idóneo el primer single, ‘CooCool’: las viguerías sonoras de DJ Koze siguen presentes en la producción, pero la canción, que se basa en un sample de ‘Together’ de Mike James Kirkland, no deja de ser una adorable oda al amor inocente, con el «cucú» de los pajaritos sonando de fondo, apoyada en un sonido de soul-pop clásico que a Róisín le sienta como un guante. El veraniego blues-pop de ‘The Universe’ es aún más accesible… y diría convencional si no fuera por la manera en que DJ Koze hace que la voz de Róisín mute, convirtiéndola en un cyborg cuando le viene en gana. En este crucero por el mar, Róisín visita directamente el “metaverso” imitando el acento de una americana pija y recuperando la melodía de una canción infantil.
La misma fórmula sigue ‘Fader’, que samplea ‘Window Shopping’ de Sharon Jones & the Dap-Kings. Es igualmente imposible decir que ‘Fader’ sea una canción convencional desde ningún sentido. Es soul como nunca lo has escuchado antes. Y probablemente la canción más importante del disco porque reúne todos sus elementos, esto es, un sonido clásico pero futurista y una letra que nos habla de rendirse al amor, sobre todo cuando la muerte acecha. El fallecimiento del padre de Róisín, y el cumpleaños número 50 de la cantante irlandesa, han inspirado una preocupación por la muerte que Murphy solo utiliza para celebrar la vida, para bailar eternamente “porque no sabemos por cuánto tiempo podremos hacerlo”, como canta más adelante en ‘Can’t Replicate’.
Musicalmente, ese aire de novedad empapa ‘Hit Parade’ desde el principio hasta el final. Y a la sensación de obra redonda contribuye una secuencia que no puede fluir mejor ni estar mejor pensada. La pista inicial, ‘What Not to Do’, sienta las bases del disco con una intrigante producción de dub experimental que -con la participación del icono Mad Professor- nos da la bienvenida a este extraño mundo, como Alicia cayendo por el agujero de la madriguera. La primera mitad incluye “hits” evidentes como el hip-hop torcido de ‘Hurtz So Bad’, un tema atormentado, lleno de “decepción”, hasta que decide despegar hacia el espacio exterior; y el funky de ‘The House’, inspirado en un cuento de J.G. Ballard sobre una casa que absorbe los sentimientos de sus habitantes.
Después de ‘Fader’ el “desfile de hits” continúa en una segunda mitad que se adentra progresivamente en la noche. Los ritmos latinos de ‘Free Will’ conforman probablemente el mejor homenaje posible a la sintonía de ‘Vacaciones en el mar’ que se puede hacer en 2023 y el deep-house de ‘You Knew’ fascina pareciendo el remix del remix… aún sobrecogiendo con una emotiva melodía que refleja el sentir de Róisín cuando canta: “siempre has sabido que tenía sentimientos por ti, pero tú nunca has querido ir ahí conmigo”. La cruz de Róisín, en su carrera, siempre ha sido la pregunta: “¿quién se arriesga conmigo?” El disco llega a su cumbre con los casi 8 minutos de baile tecno de ‘Can’t Replicate’, que solo trae a la mente el ‘Violently Happy’ de Björk porque samplea otro clásico, el ‘French Kiss’ de Lee Lewis, ese éxito del house de los 90 que llegó a ser top 2 en España. Ahora, sonando a nuevo.
El disco acaba con sus dos cortes más flojos, el fallido trap cyborg de ‘Two Ways’ y ‘Eureka’. Las canciones que cierran los discos de Róisín siempre han sido especiales. A joyas como ‘The Closing of the Doors’ o ‘Unputdownable’ se suma ahora esta intrigante composición que halla a Róisín siendo examinada en la consulta del médico. “Dice que tengo algo ahí”, canta, “pero me da igual”. Róisín sabe que ha vivido y, sobre todo, que ha sido valiente y se ha arriesgado. La misma filosofía ha aplicado Murphy siempre a su música, regalando al público una obra que es de todo menos desechable y prescindible. En ‘Hit Parade’ Róisín vuelve a demostrar -pese a las circunstancias- que el pop puede ser, simplemente, mejor.