Sleaford Mods han vivido recientemente un desencuentro con su público español, el cual asistía a su concierto en La Riviera de Madrid. Uno de sus integrantes, Jason Williamson, denunció que una persona del público había estado lanzando reiteradamente una kufiya (el pañuelo palestino al escenario. Sleaford Mods decidieron cortar su set antes de tiempo.
Horas después, Williamson pidió a su público que «no me hagáis elegir un bando por algo de lo que no tengo idea» y señaló que «mi trabajo es cantar; lo único que sé de la guerra es que estoy harto de que la gente muera prematuramente».
Días después de la polémica, Williamson ha decidido aclarar sus palabras. «Hay que poner un poco de contexto a lo que pasó en Madrid. Estoy horrorizado por las atrocidades que se están cometiendo en Gaza y en Israel y estoy horrorizado por las atrocidades que se están cometiendo en otras partes del mundo y que no salen actualmente en las noticias. Me enfurece que los políticos, los medios, los agitadores de masas y las plataformas en redes sociales manipulen el duelo y la ira de los seres humanos para fomentar la separación, la deshumanización, la división y el odio».
A continuación, Williams explica su versión de los hechos ocurridos en Madrid. «En el concierto de Madrid, una persona me interrumpía constantemente gritando y arrojándome un pañuelo al escenario. Detuve el espectáculo para hacer un comentario, condené las muertes de civiles y pedí que no hubiera más muertes. Esto no fue suficiente, y la persona continuó interrumpiéndome. Así que después de 80 minutos de concierto, decidí retirarme del escenario porque solo me sentía distraído y frustrado».
Williamson aclara que el tuit que publicó inicialmente «fue un intento de disculparme con aquellos que estuvieron en el concierto, no de comentar en general lo que está pasando». Además, señala que él está «tan sobrepasado por lo que está ocurriendo como ustedes» y que «no tengo todas las respuestas; lo único que sé es que todos somos humanos y debe haber un alto al fuego, y las matanzas deben parar».