‘Texas Hold’Em’ es una de las escasas canciones de toda la carrera de Beyoncé que ha conseguido ser número 1 en Reino Unido y Estados Unidos a la vez. Exactamente la segunda, 20 años después de ‘Crazy In Love’. En medio por supuesto ha tenido todo tipo de aciertos artísticos y comerciales, pero parece que la respuesta nunca fue tan rápida y unánime como con este ‘Texas Hold’Em’. No desde ‘Crazy In Love’.
Encaminadísimo a ser uno de los éxitos más grandes de la carrera de la artista, sobre todo porque el disco al que pertenece, ‘Cowboy Carter‘, ni siquiera ha salido todavía y seguro que en su secuencia cobra incluso más sentido, es hora de preguntarse… ¿Realmente esta es una de las canciones más importantes de la carrera de Beyoncé? Os ofrecemos una opinión a favor de la redacción, y otra en contra.
«Después del monumental ‘Renaissance’, lo último que me esperaba es que a Beyoncé le diera por el country. La intención parece ser repetir la jugada: apropiarse de una música reconocible, pasarla por el filtro Knowles, hacerla suya y redefinirla. Esta vez con el género más “americano” posible. Pero la apuesta no le ha salido tan bien. ‘Texas Hold ‘Em’ es repetitivo, casi ramplón, más una parodia de lo country que un tema que podamos encuadrar en el imaginario del género, rematado por una línea de bajo tan sumamente tópica que me pone un poco nerviosita. El final-final del tema es el que nos hace entrever lo grande que podría haber sido, al romper en un piano claramente house y la Beyoncé más soul. ‘16 Carriages’, aunque sea algo mejor, también adolece de lo mismo. La impresión que dan ambas es que estamos ante unas muestras, unos bosquejos, más que ante las canciones en sí, que nunca sobrepasan la sensación de ser una introducción a… ¿qué?». Mireia Pería.
«Es muy decepcionante que este estándar country sea lo mejor que puede ofrecernos en 2024 un perfil tan ambicioso y perfeccionista como el de Beyoncé. Por supuesto ella tiene un plan para que reivindicar su origen texano y la labor de artistas afroamericanos en el country, como fue el caso de Lesley Riddle, tenga un sentido profundo. No va a renunciar a intelectualizar todo lo que toque la gran artista conceptual del siglo XXI. Pero también ‘Texas Hold’Em’ termina funcionando por una mera cuestión de acumulación de aciertos.
Beyoncé utiliza la metáfora del famoso juego de cartas para hablar de la resistencia texana. Aunque está hablando de irse a un bar a beber para superar las adversidades y por eso la canción está teniendo este éxito de manera transversal, entre personas de diferentes edades y orígenes, hay cierto trasfondo social en ella, cuando habla de una «ola de calor» que nos acecha «y que no nos deja pensar bien». No es descabellado sentir a Trump en esa frase. Y de manera paralela, la canción es otro festín de cosas que funcionan, desde los «oooh» tipo cowboy hasta los agudos en «dance with you» o «honey too», pasando por frases más habituales en el mundo del rap como «Don’t be a bitch, come take it to the floor now!!!». ‘Texas Hold’Em’ es otra victoria de Beyoncé; una de las más valiosas y estimulantes: una que no vimos venir en absoluto. Otra más». Sebas E. Alonso.