Carlos Sadness es el nuevo invitado de REVELACIÓN O TIMO, el PODCAST de JENESAISPOP. Con motivo de la edición de su álbum ‘Realismo mágico‘, que incluye temas llamados ‘Feliz feliz’ o ‘Personita buena’, debatimos si la felicidad está tan bien considerada por la crítica como la tragedia, o si deja tanta huella en el público. Con sus momentos de tensión o piques, el podcast deja muchos momentos interesantes y para la reflexión.
El primero sucede cuando el artista nos habla de la influencia que ha ejercido en él viajar por Latinoamérica. De una primera etapa más influida por Vampire Weekend, Phoenix o Interpol, ha pasado a empaparse de cultura latina: “Hay una gran diferencia cultural sobre cómo se trata la felicidad o la alegría. Los latinoamericanos nos ven (a los españoles) como más tristes o enfadados. Nos dicen “ustedes parece que hablan enfadados” y eso tiene un trasfondo”.
Además, reflexiona: «Una canción triste o dramática va ligada a la emoción. La música tiene ese punto canalizador de emociones. Una canción alegre no va ligada a algo tan emocionante, sino a un hecho hedonista o de celebración. Una canción de reggaeton es alegre, pero no tiene emoción detrás: está vacía de emoción. Y la gente muchas veces busca emocionarse con la música, no solo entretenerse o bailar. Por eso muchas canciones exitosas vienen ligadas a algo emocionante, que es lo que más nos atrae de la música. Lo personifico en la canción ‘Feliz, feliz’ porque quería hablar no de la felicidad total sino de pequeñas cosas a las que me tenía que agarrar para intentar llegar a ella».
A su vez, Carlos Sadness es crítico con el mundo moderno: “La felicidad nunca ha sido moderna. Ser moderno, lo cool… Esto es un modernismo millennial que ya está pasado. Pero en algún momento los modernos vieron… ¿por qué los modelos no sonríen? Porque quieren transmitir ser inalcanzables. Ser moderna, ser seria era no sonreír. Esto está en muchos discursos de bandas. La foto haciendo el «fuck you», todas estas movidas… Ya está demodé. Está gastado. ¿Qué más da? ¿Por ser serio eres más interesante?»
«Cuando subo al escenario, yo no me transformo en absoluto. Si me tuviera que transformar, lo pasaría mal»
Sobre si ser cínico o excesivamente mordaz en X está también pasado, responde: «Ser cínico también está gastado. Twitter es un hervidero de gente que peinamos alguna cana ya. Imponerse la seriedad no es algo muy natural. Yo quiero ser natural. A veces leo de otros artistas: “cuando subo al escenario, me transformo”. Yo no me transformo en absoluto. Si me tuviera que transformar lo pasaría mal. Soy natural con lo que hago. Si me apetece hacer una coña, pues la hago. Si me apetece hacer una canción sobre ser feliz, la hago. ‘Feliz feliz’ dice: “no fue siempre así, déjame que disfrute y presuma de ser feliz». No me pongas un 0,5 menos de nota, como Sebas”.
Sobre lo que significa ‘Realismo mágico’ para él, es como un refugio en el que huir de todo eso: «Es donde yo me tuve que refugiar en este disco. No por los comentarios de Twitter de a ver quién es el más elocuente. Qué pelea absurda es esta, es un sinvivir. ¿Quién está en la última coña? ¿Quién lleva las Adidas Samba? Es una carrera hacia el absurdo. Yo no quiero que la gente que me rodea esté obsesionada con ser guapa y conocer el último meme. Igual prefiero que me diga “vámonos de camping, haz una maleta con 4 camisetas». Igual necesitaba un disco para ser infantil, poder ser ñoño, esas cosas que estaba perdiendo de mí. El dibujo de la portada del disco soy yo con unos animales, con una cometa. Es para encontrar la persona que algún día fui y estoy dejando de ser. Porque yo también caigo en el algoritmo social. Me da miedo dejar de tener mi propia opinión o tener mis propias cosas aunque sean cursis. No quiero llegar a eso. Llega un punto en que la gente te dice “es que haces música un poco ñoña» y me ruborizaba. No quiero llegar a avergonzarme de eso e igual ha llegado un punto en el que igual hasta me estoy avergonzando».
«Bad Bunny ha roto reglas y tiene mucha personalidad, cuando hoy en día es muy difícil tener personalidad»
Carlos Sadness defiende el uso de los diminutivos porque es habitual en Latinoamérica, y también defiende a Bad Bunny. «Me parece muy interesante. Ha roto reglas. Ha hecho que funcione una voz que no es atractiva de primeras. Ha educado el oído, con permiso de esta expresión, a muchísima gente: el tío hace «uh» y sabes que es él. Le puedes imitar utilizando una frase, tiene una personalidad… cuando hoy en día es muy difícil tener personalidad, con tanta variedad. Eso hoy en día vale mucho. Muchos grupos están reutilizando fórmulas. Y de repente hay alguien que rompe y genera tendencia. Para mí él ha generado tendencia. Yo respeto que no te guste, pero a veces es porque estás cerrado a que te guste. También te digo una cosa. Yo fui muy censor del reggaeton. Pero ha llegado un momento en que ahora ya no puedo oír una canción de reggaeton. De Bad Bunny sí. Pero otras todo el rato es lo mismo: “tu pantysito te lo quito”. Sé que decir esto es un cliché y que esto lo dice la gente que a mí me da rabia que lo diga. Pero por lo menos he pasado por la etapa de disfrutarlo. Al menos yo he dado la vuelta».
En otros puntos de la entrevista habla de lo duro que es para los artistas que el disco sobreviva un tiempo, cuando está en la calle, y después de los singles de adelanto; o cuestiona el supuesto regreso de los 2000. «Yo quería ser grunge en los 2000. Hacer un revival de lo que no molaba en su momento se me hace un poco tal. Pero tampoco está cuajando eso. Si me preguntas hacia dónde está yendo la música, ¡hacia ahí no!».