La periodista Raquel Peláez acaba de publicar en Blackie Books un libro estupendo llamado ‘Quiero y no puedo: una historia de los pijos en España’. En él, repasa la historia de los pijos de nuestro país, desde los antecedentes de Froilán en otros siglos hasta la llamada «Cayeborroka» que emergió en pandemia. Es un libro lleno de referencias pop, en el que no faltan declaraciones de artistas como Carolina Durante, un análisis de lo que supuso el uso de la palabra «pijo» en un hit de Hombres G, así como otros referentes vistos en la historia del cine desde los años 60 o en televisión. Peláez acude a nuestro podcast REVELACIÓN O TIMO para explicarnos todo esto y cómo desarrolló este libro.
«Quiero y no puedo» se divide en tres partes. El «puedo» es un recuerdo a personajes de otros siglos, el «pelo de rico», Fernando VII, Alfonso XIII, Eugenia de Montijo como primera española que se compró un «Luisvi», y las modernas de la II República. El «quiero» nos habla de los polloperas y las chicas Topolino de la era de Franco, y también de la izquierda divina desarrollada en Barcelona, que defendió que su capital era cultural.
Finalmente la tercera parte es el «quiero y no puedo» que nos lleva a nuestros días: la Movida, ‘Historias del Kronen’, Tamara Falcó, los hipsters, el «fachaleque» y los Cayetanos.
Hablamos de la evolución de la palabra «pijo», que la autora ha decidido ir amoldando a lo que se consideraba un «pijo» en cada época, y reflexionamos sobre cómo de ser algo peyorativo ha pasado a ser algo autorreivindicado: «Los Cayetanos tienen algo de contracultural», nos explica Peláez en este episodio grabado durante la jornada en que conocimos la victoria de Trump en Estados Unidos. ¿Por qué se vota a un plutócrata? ¿Cuánto hay de autoodio en algo así?
El podcast versa también sobre cómo se repite la historia, del auge del nazismo cuando se va a cumplir un siglo del mismo, y de cómo para algunos ser de derechas ha terminado siendo «ir contra el sistema». «Si ser rico es cool y los ricos son de derechas, ser de derechas es ser cool», es una cita del libro, sobre lo que parece haberse asentado en algunas cabezas holgazanas.
Porque «todos somos el pijo de otro», tratamos de dilucidar cuán pijos somos nosotros mismos, y de tomarnos todo esto con sentido del humor. En reflexión sobre cómo las tribus urbanas han sido sistemas dentro de otro sistema para catalogar qué es un pijo, Peláez concluye que «no hay peor tribu que los mods; no hay tribu urbana que sea más pija».