Ela Minus: «Tuve que hacer mucha música muy mala hasta llegar a ‘DÍA'»

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Ela Minus: «Tuve que hacer mucha música muy mala hasta llegar a ‘DÍA'»

Ela Minus fue uno de los nombres revelación del 2020 con su disco ‘Acts of Rebellion’. Ahora, su segundo trabajo aterriza en un mundo muy distinto al que lo hizo su debut. Tampoco ella es la misma artista. La colombiana presenta ‘DÍA’ con nuevas lecciones vitales aprendidas y habiéndose enfrentado a una crisis creativa marcada por la presión de las expectativas.

En JENESAISPOP tuvimos el placer de reunirnos en Madrid hace unas semanas con ella para conversar sobre este proyecto bello y luminoso que debería dar mucho que hablar en los próximos meses. ‘DÍA’ es nuestro Disco de la Semana.

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Ya han pasado como cuatro años desde tu debut ‘Acts of Rebellion’. ¿Qué has estado haciendo en ese tiempo? ¿Cómo de largo ha sido el proceso de crear ‘DÍA’?
Siento que he estado haciendo de todo. No sé si tú te sientes parecido, pero desde la pandemia ha sido como una combinación entre que sientes que el 2020 fue ayer y al mismo tiempo han pasado como tres vidas enteras. Me he movido mucho físicamente de lugares. Con ‘DÍA’ estuve como dos años y medio intentando hacer un disco y todo me parecía horrible. Fue difícil, la verdad. Siento que pasé la mayoría del tiempo de estos cuatro años como intentando limpiarme, tal vez… No sé de qué, pero como que tuve que hacer mucha música muy mala hasta llegar a ‘DÍA’. Fue como de película: encontré la progresión que abre el disco de los acordes y ahí fue como que vi la puerta de lo que iba a ser el álbum. De ese momento hasta que lo acabé fueron dos meses…

Se abrió monte…
[Risas] Exactamente, pero llegar a esa puertica de abrir monte fue… Sentí que no lo iba a lograr, la verdad.

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¿Crees que se debe a que sentiste cierta presión tras darte a conocer con tu debut?
Sí, sí, total. Siento que justo cuando digo lo de limpiarme es eso… Todo con el primer disco fue la primera vez. Obviamente nunca había hecho tanta prensa. Entonces, como que recibes mucha información y mucho feedback. Y creo que cuando me senté después de eso a hacer música otra vez, sentía como que tenía todo eso, todas esas descripciones de mi música dentro de mi cabeza y sentía mucha presión. Y lo del tiempo también, como que todo el mundo [me decía], bueno, ya han pasado dos años, ya pasaron tres años, ¿cuándo vas a sacar el otro?

Es que ahora va todo muy deprisa, ¿no? Parece que hay que sacar música todo el rato. Para mí merece la pena esperar cuatro años y escuchar un disco que de verdad sea de calidad.
Sí, estoy de acuerdo totalmente.

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Volviendo a lo de antes, decías que las críticas positivas también te afectan a la hora de crear… ¿Te afectan mucho las opiniones externas?
Es raro porque yo pensaba que no. Digamos que cuando lo estoy viviendo, siento que no me afectan y a mí me ha parecido algo muy bonito e interesante hablar con personas y escuchar lo que ellos sienten de mi música, porque yo todo lo hago muy intuitivamente. Entonces es muy raro porque casi que todo lo que me avisan o todo lo que escriben es nuevo para mí. Es como «ah, sí, yo tenía esta idea de esa canción y lo entendiste así, wow, nunca había pensado en eso». Pero justo cuando empecé a escribir, sí fue como, uf, esto está súper adentro, o sea, toda esa información se queda. Ahí me di cuenta de que sí me afectó al momento de escribir, en realidad.

«En el momento siento que no me afectan las críticas, pero toda esa información se queda, está súper adentro»

Sobre el título ‘DÍA’, ¿qué me puedes decir? Yo lo entiendo de una manera, pero quiero oírte a ti.
¡Me da curiosidad tu opinión! ¿Quién primero? ¡Venga, tú primero!

Me da la sensación de que el disco es circular. Empieza con el ambient de ‘Abrir monte’, luego deriva en una cosa como más de club y luego regresa el ambient al final con ‘Combat’. Es circular, como un día… ¿no?
¡Me encanta! Sí, pues justo por ahí empezó. Cuando acabé, con la secuencia y todo, no tenía nombre. Y comparando con [como fue con] ‘Acts of Rebellion’, este no se lo mostré a nadie, ni amigos ni nada hasta que lo acabé. Cuando lo tuve con la secuencia pues ya se lo empecé a mostrar a amigos, a gente con que trabajo, y mucha gente me decía eso. Yo no lo había pensado. Me decían muchos “parece un círculo”, “empieza con un amanecer”. De ‘Abrir Monte’ me dijo alguien que sentía que era como cuando te despiertas, y tus ojos se van acostumbrando a la luz, como que empiezas a ver cada vez más y me pareció precioso. Yo ya tenía la palabra “día” como una opción de nombre porque me encanta cómo se ve y, bueno, no solo visualmente. Me lo dijo mucha gente y dije «de pronto hay algo aquí», y ya me puse yo a pensar cuál era la definición de “día” y pensé que es un periodo de tiempo definido por la presencia de la luz. ¿Sabes cuándo ves algo y haces clic? Yo vi eso y dije «este es el disco que hice».

Me parece un álbum de contrastes. Las letras son a menudo muy existencialistas, pero luego las canciones también son muy himnos. Igual no empiezan eufóricas, pero te llevan a un cierto estado de euforia muchas de ellas. ¿Es este contraste deliberado?
Surgieron así totalmente. Ni siquiera lo había pensado hasta que empecé a hablar con otras personas. Fue completamente sin intención, pero siento que hay algo como constante de contrastes en mi música, supongo.

Me gusta mucho ‘Onwards’. Se siente como un momento de realización personal, ¿qué significa esta canción para ti?
Qué bonito. A mí esa también me gusta mucho. Tenía el track sin letra, fue como al principio del disco, estaba todavía en Coachella en ese momento, donde te tienes que quedar dos fines de semana y pasas la semana ahí. Tenía el beat y lo había tocado en el primer fin de semana de Coachella y siento que eso fue como la cima de la presión. De estar tocando ese festival, de sentirme como observada, como un poquito medida. De pronto estaba en mi cabeza que me estaban midiendo todo el tiempo, viendo que tanta gente había llegado al concierto… Creo que esa canción salió de ahí un poco, como de esa rabia cuando sientes que alguien no confía en ti y te está observando a ver si cometes algún error. Esa sensación y esa experiencia me hicieron conocerme mucho y entender cómo reacciono bajo presión. Y [la canción] se volvió un poquito como un manifiesto de lo que yo quiero hacer, por lo menos en este momento en mi carrera, que es como un poco cambiar las reglas, obviamente no de una manera tan literal o radical.

Por ejemplo, la frase con la que empieza [Today is the first day of my life / I threw the match set it all alight], no sé cómo traducirla ahora pero es como la de metáfora de cuando te metes un autogol aposta. Todo el mundo me decía “te estás demorando mucho” y era como «no, me estoy demorando en tus términos, pues prefiero perder el juego y hacerlo en los míos».

Creo que esto de “hacerlo en tus términos” se ve claro en el disco. ‘Acts of Rebellion’ era más político, ‘DÍA’ es mucho más introspectivo. Me parece interesante esa mirada hacia dentro.
Justo. Creo que este disco es completamente para dentro y sacar un poco ese fuego para seguir adelante.

Dentro de ese viaje de autoconocerse a uno mismo que es el disco, también hay momentos pesimistas…
Realistas, diría yo [risas]

Sí, realistas mejor. Te quería preguntar por la frase de ‘QQQQ’ donde dices “últimamente siento que todos estamos de acuerdo que este es el fin de los tiempos”, ¿qué tenías en mente cuando escribiste esto?
Pero es que es así, ¿no? [risas]. Hubo muchas conversaciones que tenía con amigos. Como que cualquier evento que pasaba en el mundo, veías una noticia y hablabas con alguien, tipo una amiga o un amigo y todos eran como “pues sí, es que ya. Ya todo se fue a la mierda”. Sentí como que todos estábamos en la misma página, de que todo se estaba yendo a mierda en todos los sentidos y todos estamos de acuerdo. Yo no hablaba con nadie que fuera como “no, en realidad eso no está tan mal”, o sea, como que todo el mundo ya estaba entregado a eso. También fue algo muy de los años después de la pandemia. No sé si te sentiste así, pero yo sentí en la pandemia que había más o menos dos opciones de volver al mundo: o vamos a cambiar mucho como humanidad o todo se va a poner peor. Y siento que se puso peor. Era muy evidente para mí en los festivales, en una fiesta o en un concierto, la gente estaba como si no les importara morir ahí, como que estaban dejando todo ir…

Yo noto, no sé si estás de acuerdo, como que nos hemos vuelto más individualistas y egocéntricos. Solo pensamos en lo que pasa en nuestro teléfono. Quizá por pasar tanto tiempo solos en la pandemia…
Total. Como súper individualistas así como súper hedonistas también. Tipo “lo único que importa es mi placer y yo estar bien y es mi vida…” Justo. Entonces viene de ahí un poco. Yo sentí un poco como rendición, como que ya nos reunimos todos acá, hay que protegernos cada vez más, cada vez en un espacio más pequeño y ya.

En ‘Idols’ dices “It’s a shame that it takes pain to know who you are” [Es una pena que haga falta el dolor para saber quién eres]. Me parece muy bonito y a la vez muy triste.
¡Total! Estoy de acuerdo.

Es algo muy cierto. Esta canción me la imaginé un poco cuando estás creciendo o eres adolescente, y te das cuenta de que a lo mejor no encajas con lo que supuestamente tienes que ser. Y hay un momento como de abrazar el dolor y pensar, lo acepto porque en el fondo sé que esto va a ser lo mejor para mí. No sé si era algo así lo que buscabas con esta canción…
Me encanta esta perspectiva. No lo pensé así, sinceramente, pero eso está precioso y creo que está ligado a mi intención. Mi intención era un poco como lo de la otra vez. Siento que muchas de las letras de este disco no son ni pesimistas ni optimistas sino realidad, como sin juicio, ¿no? Observación. Creo que esa frase justo la pensé porque me he dado cuenta con la edad y con el tiempo que en verdad, es un poco lo que acabas de decir. Todos tenemos una imagen de quienes somos y quienes creemos que somos y quienes creemos que son las personas que tenemos alrededor. Pero en realidad, hasta que no hay una crisis, hasta que no nos enfrentamos a algo muy doloroso no entiendes quién eres. Cómo reaccionas también al dolor, qué te hace sentir de ahí en adelante. Si algo te duele, ¿te haces más chiquito y te escondes y te alejas de lo que te hizo sentir dolor? O al revés como dices tú, ¿aceptas ese dolor y lo haces parte de ti? Y justo esa reacción también es lo que siento que define un poco quiénes somos. Viene de ahí, en verdad, pero está precioso. También creo que eso es mucho del disco. Es aceptar dolores e incertidumbres y preguntas sin respuesta, y abrazarlas y encontrar paz de alguna manera en estos lugares incómodos.

«El disco es aceptar dolores e incertidumbres y preguntas sin respuesta, y abrazarlas y encontrar paz de alguna manera en estos lugares incómodos»

Hablando más de lo técnico, tú normalmente produces todas tus canciones sola, pero en este disco hay una canción (‘IDK’) co-producida junto a Katie O’Neil, ¿cómo surgió esto?
Katie es una chica increíble, que de alguna manera u otra siempre ha estado cerca de mí en el trabajo. Es muy cercana a Domino, como en la parte más de industria, pero siempre ha sido de las personas más cercanas y confío mucho en su gusto. Tenía ‘IDK’ en otra versión, producida de una manera distinta y no me gustaba. Me parecía muy incómoda y no la quería poner en el disco.

Ya tenía el disco acabado y yo sentía que hacía falta algo. Tenía una carpeta llena de otras canciones que había sacado porque sentía que no encajaban en la secuencia, y ahí estaba ‘IDK’. Se las mostré a Katie y me dijo que esa canción tenía que estar en el disco, entendía por qué se me hacía incómoda pero tenía que estar. Entonces le hice caso, le di otra vuelta y empecé a producirla y en un momento me dijo “estoy en el estudio de un amigo, por qué no me la mandas, que tengo una idea”. Su idea era que su amigo grabara un bajo, porque era una balada solo con sintes y la voz. Grabó ese bajo y me lo mandó y dije «nomás es una mierda, o sea es gracioso pero no lo voy a usar. Bye».

Un par de días después estaba dándole vueltas todavía a la canción y tenía el track así del bajo que me mandó, y oí algo. Como que, no sé, algo me inspiró y empecé a editar. O sea, ves el track del bajo y está muy, muy adentrado, y le puse una distorsión gigante y como que encajó la canción perfecta.

Entonces le di créditos de coproducción. Le hice el chiste como de «es completamente irreconocible pero la idea de haber grabado un bajo y de que me haya mandado el stem, hizo la canción lo que es en realidad». Me pareció super bonito. Yo siempre he querido coproducirle a otro artista. Me parece muy interesante como desde una perspectiva casi como de terapia. A veces no tienes tanto que meterte en el compu y tú producir, sino más bien escuchar una canción, conocer a un artista y decir “esta canción es importante para tu disco porque habla de esto, ¿cómo le damos la vuelta musical?”. O ¿cómo le das tú la vuelta musicalmente? Y darte las herramientas para que no lo hagas solo. Eso me parece súper bonito y siento que fue lo que hizo ella en la canción.

¿Cuando produces música manejas referencias sonoras?
No, me parece muy difícil eso. Siempre quisiera tener, pero no tenía [para ‘DÍA’]. Estaba oyendo sobre todo ambient cuando lo estaba haciendo porque estaba viajando mucho, y siento que solo necesitaba como música que se sintiera reconfortante. No tenía muchas referencias pero como que quisiera tener porque sería más fácil. ¿A ti te suena a algo?

Pues quizá te resulta una tontería, pero en algunos momentos, la manera en la que suena tu voz dentro de las producciones me ha recordado al ‘Homogenic’ de Björk.
Divino. No me parece bobo. ¡Me gusta la referencia! No fue con culpa pero la oigo, tienes razón.

«Estoy intentando volver a oír más música no ambient y cada vez que lo intento es como, pff… No sé qué pasa»

Este disco lo has grabado en muchos sitios distintos, ¿cómo de importante son los lugares para la música?
Otra vez siento que, en perspectiva mucho, pero en el momento en el que lo estaba haciendo, te hubiera dicho que nada. Si me hubieras preguntado esto mientras estaba en los lugares era como «pues no». Estaba sola, todo era como súper para adentro, pero ahora oigo el disco y siento que en cada canción casi que puedo escuchar el lugar en el que la hice. ‘Abrir monte’ la hice en el campo, en una montaña y siento que suena a naturaleza. ‘Onwards’ suena así como desesperación, a ciudad… Siento que hay algo de cada lugar en el que estaba. Se impregnaron, pero es como muy subconsciente todo. Lo veo ahora en retrospectiva.

Volviendo un poco a tu respuesta anterior, que decías que estabas escuchando mucho ambient, ¿qué artistas escuchabas haciendo el disco?
Estaba oyendo mucho Huerco S. Tengo una playlist gigante de ambient, como de veinte horas. Cada canción que me gusta la voy poniendo. Hay un disco que se llama ‘The Rules of Another Small World’ de M. Ostermeier, creo que es el que más he oído estos años. Mucho Huerco S, mucho Brian Eno. También un artista canadiense que se llama Khotin, su canción que más me gusta es ‘Dwellberry’. Estoy intentando volver a oír más música no ambient y cada vez que lo intento es como, pff… No sé qué pasa [risas]

¿Qué es lo que te gustaría que la gente sintiera cuando escucha ‘DÍA’?
Qué difícil pregunta. No estoy segura de si es un sentimiento, pero tal vez como un poco de catarsis. ¿Sabes cuando después de pasar por muchas cosas difíciles, todavía no estás del todo bien, pero ya estás empezando a ver la luz del otro lado y te sientes más fuerte? Como que hay un día en un momento en el que dices “acabo de sobrevivir muchas cosas y estoy bien” y como que tienes este momento de darte cuenta de que eres un individuo fuerte y puedes hacer lo que tú quieras y, al mismo tiempo, acabas de pasar por algo que te hizo crecer 50 años de vida. Es un momento en el que es como, acabo de sobrevivir todo esto, sigo vivo, estoy bien y tengo toda una vida por delante. Es como un poder.

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